Crucitas. El yacimiento de tajo abierto era explotado por la minera canadiense Infinito Gold en una cuenca acuífera ubicada en la frontera con Nicaragua.
Servindi. Con júbilo la ciudadanía recibió el fallo de la Sala I de la Corte que confirmó la decisión del Tribunal Contencioso Administrativo y dejó sin efecto la concesión minera Crucitas de la transnacional canadiense Infinito Gold.
Con esta decisión el proyecto de minería a cielo abierto quedó definitivamente cancelado y la empresa será obligada a pagar indemnización por los perjuicios ambientales ocasionados.
La decisión fue celebrada en calles, casas y redes virtuales luego de un largo y variado proceso de lucha que denunció ilegalidades en los permisos para extraer oro y daño ambiental causado por la tala de almendros en Cutris de San Carlos, provincia de Alajuela.
La acción judicial fue iniciada por la Asociación Preservacionista de Flora y Fauna Silvestre (Apreflolas) y la Asociación Unión Norte por la Vida (Unovida) a fin de impedir se concrete el proyecto. La decisión de la Corte estableció la anulación de un decreto del ex presidente Óscar Arias, que declaró a Crucitas como un proyecto de Interés Público y Conveniencia Nacional.
El decreto permitió la tala de 50 hectáreas de bosque, en el que crecían decenas de almendros amarillos, una especie cuya corta está vedada para preservar el hábitat de las lapas verdes.
Arias investigado
Ahora Arias y su ex ministro del Ambiente, Roberto Dobles, serán investigados sobre el decreto que favorecía a la empresa, ya que no hubo estudios técnicos que asegurasen la viabilidad de la mina.
Voceros de la empresa Infinito Gold dijeron lamentar la decisión y que no descartan la posibilidad de llevar el caso a instancias internacionales a fin de recuperar 127 millones de dólares invertidos.
El abogado Edgardo Araya, de Unovida, sostuvo que el fallo “es un mensaje de que aquí el poder político y el poder económico no pueden hacer lo que quieren. La institucionalidad de este país se ha reforzado con esta sentencia. Es un triunfo de todos los costarricenses”. Asimismo,no descartó continuar un segundo juicio contra la mina, esta vez por el supuesto daño en los acuíferos de la zona.
Durante la celebración, frente al edificio central del Poder Judicial, el abogado Álvaro Sagot Rodríguez, uno de los ambientalistas que llevó adelante el juicio ante el TCA y participaron en casación de la Sala I, desautorizó a la empresa.
“Infinito Gold buscar nuevas opciones legales para recuperar esa inversión o para seguir adelante con el proyecto, en instancias nacionales ni internacionales queda nada”, declaró Sagot Rodríguez. Manifestó el abogado que “lo que diga la Sala I agota todas las probabilidades, pero sería para reclamar una indemnización respecto a los eventuales gastos o costos.
Sin embargo, explicó que “al haberse negado todos los permisos entran de una manera totalmente disminuida, sin argumentos de peso, porque en una nulidad absoluta, como decimos los abogados en Costa Rica, no hay probabilidad de abrir algo de un permiso que nunca existió. Si se anuló, nunca existió en el mundo jurídico”, acotó.
La clave
La mina Crucitas, ubicada cerca a la frontera con Nicaragua, pretendía explotar un millón de onzas, en un tajo abierto de 85 metros de profundidad, previa destrucción de 300 hectáreas de bosques especialmente sensibles.