Lo asegura Joe Drexler, director de Campañas Estratégicas en Canadá del sindicato United Steelworkers (USW).
La compañía Barrick Gold, que extrae oro de la cordillera de Los Andes en la provincia de San Juan, «no es un gran ejemplo de lo que una compañía minera debería ser» y «se merece su mala reputación» porque «son como pirañas», aseguró un líder gremial de Canadá, el país de origen de la multinacional.
Joe Drexler, director de Campañas Estratégicas en Canadá del poderoso sindicato de América del Norte United Steelworkers (USW, por sus siglas en inglés), aseguró que la empresa impide que sus proyectos mineros sean fiscalizados y se rehúsa a brindar informes que tiendan a la transparencia.
«Es una compañía muy dañina», sostuvo Drexler, quien afirmó que ni los gobiernos, ni los gremios ni las organizaciones civiles están «haciendo lo suficiente» para lograr que empresas mineras como Barrick cumplan con las normas y minimicen el impacto ambiental con operaciones «sustentables». «Nuestro sindicato cree muy firmemente en el desarrollo sustentable y que la minería debe producir algo más que un agujero en la tierra», planteó Drexler, en una entrevista que concedió a Noticias Argentinas durante una reciente cumbre mundial de gremialistas en Buenos Aires.
«Nosotros creemos que existe una manera de ejercer la minería y esa manera debe ser sustentable. Porque si no se daña al medio ambiente, no se daña a la gente», agregó. En este sentido, el canadiense dijo que Barrick fue la principal compañía de su país que se opuso a la promulgación de una ley que exigía a las empresas mineras compromisos relacionados con los derechos laborales, el respeto por el medio ambiente, los derechos de las comunidades y, sobre todo, los derechos humanos.