«Lo más grave, es que termina su sexenio sin responder a las violaciones que en materia de derechos humanos reconoció la misma CNDH, recientemente”, dijo el sacerdote Carlos Rodríguez.
Elizabeth Velasco C.
Publicado: 19/12/2011 16:20
México, DF. Felipe Calderón se va tal como llegó: “Sin resolver la problemática de la región carbonífera donde siguen muriendo trabajadores y menores de edad empleados. Lo más grave, es que termina su sexenio sin responder a las violaciones que en materia de derechos humanos reconoció la misma Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), recientemente”, manifestó el sacerdote jesuita Carlos Rodríguez, ante deudos de los 64 mineros de Pasta de Conchos, así como representantes de los trabajadores de Mexicana de Aviación y de otros gremios.
Durante la celebración de una misa en memoria de los mineros fallecidos hace casi seis años en los yacimientos de carbón del estado de Coahuila, afuera de los modernos edificios de Grupo México en Polanco, el también coordinador del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal), destacó que pese a que el ex secretario de Gobernación, Francisco Blake, recibió de parte de los expertos de Pasta de Conchos la confirmación de que se podrían rescatar los cuerpos de los mineros, el gobierno de Calderón optó por ignorar la demanda hecha a inicios de su sexenio.
El sacerdote jesuita lamentó además que el ex secretario de Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, a unos días de dejar el cargo visitará a los propietarios de Grupo México para decir que “todo estaba bien” en la región carbonífera, cuando persiste la contratación de niños y niñas en condiciones ilegales e irregulares por tratarse de minas abandonadas y que carecen de permisos de explotación, de condiciones de seguridad, de protección jurídica y a la salud, de educación y otros derechos elementales como el de la libertad de trabajo.
“Este año –dijo Rodríguez– ha sido de mucho conflicto para la región carbonífera pues ha habido 30 defunciones más de mineros, sobre todo en los pocitos, y es muy negativo que el ex secretario de Trabajo se haya ido sin haber resuelto la situación, antes bien el último acto en la región, dijo que todo estaba bien”.
Aunado a ello, cuestionó la falta sensibilidad de Calderón, quien “no ha hecho nada frente a la escalada de muertes. Tanto así que persiste la impunidad desde hace casi seis años, además que nunca quiso recibir a los mineros y sus familias”, pese a que es obligación del representante del Estado mexicano dar una “respuesta integral” para detener estas violaciones a los derechos elementales de las personas.
