ABANTO
La asociación cultural del museo de Gallarta cierra su 25 aniversario con un homenaje a 37 trabajadores de los yacimientos
03.12.11 – 02:15 –
SERGIO LLAMAS | ABANTO.
Nada puede saldar la deuda que la Margen Izquierda mantiene con los antiguos trabajadores de las minas, pero ayer la comarca realizó un primer pago con un homenaje de reconocimiento a su labor que se orquestó en el polígono El Campillo, a pocos metros de la Concha II y el Museo de la Minería del País Vasco. Un aurresku de honor, barrenadores y el Coro Bodegón animaron la celebración de Santa Bárbara, patrona de la profesión, para homenajear a 37 mineros y mineras: los últimos de la tierra, con más de 85 años. El acto sirvió también para poner el broche de oro al 25 aniversario de la asociación cultural Museo Minero, organizadora del encuentro.
«Vienen de Somorrostro, Sopuerta, Balastera, Ortuella, Mioño, Maeztu (Álava), Galdames, Gallarta, Sanfuentes y Las Carreras. La mayoría son de aquí, aunque también quisimos traer a algunos de Gipuzkoa», explicó la coordinadora del centro, Haizea Uribelarrea. Junto al homenaje, los últimos mineros vascos recibieron un detalle de manos de los representantes institucionales de Barakaldo, Trapagaran y Abanto. «Vosotros disteis todo lo que teníais por esta comarca, sacando el mineral casi con vuestras manos, y por vuestro arrojo Barakaldo, mi ciudad, hoy es como es», les agradeció el alcalde de la segunda urbe vizcaína, Tontxu Rodríguez. El regidor felicitó finalmente a todas las personas que han conseguido que la Concha II sea catalogada como Bien de Interés Cultural. «Con vuestra batalla la habéis convertido en monumento frente a los intereses comerciales», destacó.
Txapelas, cachabas y ojos empañados en lágrimas. Los rostros homenajeados ayer son el último testimonio de aquella profesión en suelo vasco. «La mayoría empezó a trabajar a los 15 años, y lo dieron todo. No queremos que su esfuerzo caiga en el olvido», resumió Haizea Uribelarrea. Tampoco el alcalde de Trapagaran, Xabier Cuéllar, ni el edil de Empleo de Abanto, Iñaki Sedano, permitieron ayer que su memoria se perdiera. «Habéis generado mucha riqueza y ahora sólo quedan cicatrices en la tierra y en vuestro corazón», les recordó este último a los invitados de honor.
Obreros centenarios
La miseria de las minas en la primera mitad del pasado siglo era el testimonio vital de Belarmino Pousa Fildago. Justo el jueves celebró su centenario, lo que le convertía ayer en el trabajador de más edad. «Trabajé en La Arboleda hasta el cuarenta y tantos. Allí tenía que hacer unos cestillos pequeños, me los ponía entre las piernas y con una azada sacábamos hierro hasta cargar un vagón de 14 toneladas. Al día tenía que cargar dos vagones de esos», rememoraba.
Tampoco Consuelo Cubilledo se quedaba lejos del centenario. El 14 de abril cumplió 99 años, pero ayer no pudo acudir al acto por problemas de salud. Su hija, Lucía López, recogió el premio en su nombre. «Ella trabajó en la mina de Galdames lavando el hierro, y le ha dado muchísima pena no poder venir», lamentó.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20111203/margen-izquierda/ultimos-mineros-vascos-20111203.html