México, enero 04, 2012.- De entre los metales base, el cobre es el más expuesto a la desaceleración económica, considera Bank of America – Merrill Lynch, que pronostica un menor precio promedio para el metal rojo este año.
En un análisis, la correduría indica que el precio del cobre se ubicará en 3.52 dólares la libra (7,750 dólares la tonelada), contra los 3.99 dólares la libra (8,785 dólares la tonelada) de 2011. Esto, significa un retroceso de 12%.
Sin embargo, señala que su meta de precio promedio implica algo de apreciación contra los niveles actuales, que podría emanar de la resolución con que las autoridades europeas comiencen a abordar el núcleo de las problemáticas de su región y un incremento de las importaciones de China, que podrían elevarse un 6% anualizado.
Además, menciona, con toda probabilidad, la oferta de la minería continuará relativamente apretada, lo cual evitará una crisis en el mercado del cobre.
Bank of America subraya que a pesar del sentimiento tan alcista que imperaba en el mercado al comenzar 2011, los precios del cobre observaron un desempeño inferior este año.
Esto, explica la correduría, fue en gran parte producto de la falta de demanda china, puesto que los participantes de aquel país se dedicaron a consumir los inventarios excedentes que se habían generado trasla Gran Recesión (la merma de sus inventarios fue propiciada por los altos precios del cobre, pero la apretada política monetaria también fue factor.
Apunta que la reducción de inventarios de China se ha reflejado en varios de los indicadores habituales. Las garantías canceladas de los almacenes del London Metals Exchange (LME), por ejemplo, se mantuvieron a niveles relativamente bajos durante la mayor parte de 2011 (una garantía es un documento al portador que indica tenencia de metales en los almacenes del LME; si un propietario pretende retirar sus metales de un almacén, la garantía se cancela).
Reconociendo la importancia de la demanda China para la fortaleza de los fundamentales del cobre y teniendo en cuenta que los inventarios de cobre del país asiático se encuentran a niveles bajos, los mercados se han enfocado cada vez más en la fortaleza de las compras marginales que realizarán en lo subsecuente los compradores chinos, comenta la correduría.
Añade que el crecimiento de la demanda subyacente de cobre en China se ha mantenido relativamente estable y considera que al país le faltaron 2.1 millones de toneladas de cobre refinado en 2011, lo cual implica que se tuvieron que importar, por lo menos, 230,000 toneladas al mes, comenzando en agosto (en ese mes se detuvieron los retiros de inventarios y se registraron importaciones incluso mayores a esa cifra entrando a los inventarios); esto contra el promedio de 174,000 toneladas, registrado en los primeros ocho meses del año.
Echando un vistazo al panorama de 2012, Bank of America considera probable que al mercado doméstico de China le falten 2.3 millones de toneladas de cobre, lo cual sugiere que las importaciones mensuales promediarán 190,000 toneladas. Esto representa un incremento de 6% contra el nivel promedio de 2011, lo cual considera brindará apoyo a los mercados mundiales.
Por otra parte, menciona que desde el debut de China como gran consumidor de commodities en 2001, las presiones al alza para los precios de los metales se han visto fuertemente influenciadas por la variedad de retos operacionales que enfrentan las mineras. Se podría argumentar que este problema ha sido más marcado en el mercado del cobre (lo cual se debe en parte a la baja dotación que China tiene de este recurso natural) y esto se refleja en las relativamente bajas tarifas de tratamiento y refinación que se han visto en años recientes.
Tras un breve rebote de las tarifas de tratamiento y refinación hace algunos meses, éstas han caído otra vez. Esto fue producto de las disrupciones a la producción que sufrieron las operaciones de algunos países como Indonesia y Perú.
Bank of America considera que, en lo subsecuente, los problemas de oferta seguirán siendo inherentes al mercado del cobre y esta es una de las razones por las que está integrando 6% (1.1 millones de toneladas) de disrupciones a sus proyecciones del próximo año: un factor crítico para su pronóstico de que el mercado del cobre registrará un déficit. No obstante, cabe señalar que se observará un aumento marginal de la oferta minera del cobre durante 2012 y 2013, lo cual podría sugerir una relajación del mercado de concentrados y potencialmente el de cobre refinado. De la mano de esto, se podría ver un aumento de las tarifas de tratamiento.
Finalmente, la correduría indica que la oferta de pedacería también ha descendido. Explica que durante una desaceleración económica, que tiende a estar acompañada de una desaceleración de la producción industrial, se produce menos pedacería. A la vez, frecuentemente se registra una caída de los precios de los metales, lo cual reduce los incentivos para recolectar pedacería y meterla al mercado.
Durante la etapa actual del ciclo, subraya, estas dinámicas pueden ayudar a compensar el riesgo a la baja de los precios de los metales y representan nuestro escenario base para 2012. Existen fuertes evidencias anecdóticas que indican que el mercado de la pedacería se ha constreñido, impulsando la demanda del cobre refinado.
Tras las recientes caídas de los precios, los participantes del mercado se están guardando el material que adquirieron a precios más altos. Además, la demanda de las fundidoras se a elevado, en parte porque hay una escasez de concentrados. En lo que respecta a China, hay evidencias de que los productores de bienes intermedios recurren cada vez más a la electro-refinación ante la escasez de pedacería, concluye Bank of America.
http://elsemanario.com.mx/2012/01/04/bank-america-preve-baje-12-precio-cobre-en-2012/