Valoración de la reacción del Principado, el PSOE, IU y los sindicatos mineros ante la supresión de las partidas del plan del carbón en 2012
Fondos mineros: el frentismo de la desmemoria
JOSÉ RAMÓN GARCÍA CAÑAL REPRESENTANTE DEL PP REGIONAL Hay a quien le ha podido sorprender la reacción inmediata del coro formado por gobierno del Principado, los partidos PSOE, IU y FAC, y por los sindicatos mineros, SOMA y CCOO, que propugnan desde diferentes ópticas «la necesidad de dar una respuesta social contundente y unitaria a las medidas económicas adoptadas por el gobierno del PP en lo referente a los Fondos Mineros» que, en una primera lectura, consiste en no contemplar en la prórroga presupuestaria de 2012 en el Ministerio de Industria una parte de los fondos correspondientes al Plan de la Minería para su posterior transferencia al Instituto para la Reactivación de las Comarcas Mineras (IRCM).
Podría pensarse que quienes se muestran tan indignados y dispuestos a la protesta ante las medidas del gobierno del Partido Popular, lo hacen porque es el primer recorte que se produce en los compromisos de financiación previstos en los dos planes de la minería y es un precedente que no se debería ni asumir ni tolerar. Algunos se suman al carro en aras de tratar de despertar y justificar un nuevo agravio astur para configurar su «neoideología regional-nacionalista» y otros -que llevan años de responsabilidades en la gestión de los fondos mineros- porque ya empiezan a practicar el sectarismo de la izquierda en el que coherencia, rigurosidad o memoria, apenas alumbran su trayectoria cuando pasan a la oposición. La reacción desmesurada puede sorprender doblemente porque la mayoría de los que ahora se rasgan las vestiduras, no sólo han permanecido mudos a lo largo de los últimos años, sino que en algunos casos justificaban o echaban la culpa a otros de las desviaciones, retrasos y recortes que se estaban produciendo en los Fondos Mineros.
Ante la virulencia en las declaraciones de este «frentismo», podríamos pensar que este es el primer recorte que se produce en los fondos mineros. Pues no, ni mucho menos. No sólo no es el primer recorte que se produce, sino que en los últimos años se han producido varios tijeretazos presupuestarios por distintos motivos y, además, los recortes han sido de varios cientos de millones. Mientras desde el Partido Popular denunciábamos el desastre de gestión y la desviación de los fondos, los ahora arrebatados de indignación, silenciaban y ponían sordina a nuestras advertencias y propuestas.
El primer recorte de los fondos mineros desde el Ministerio de Industria hacia el IRCM se produjo en el año 2007 cuando no se transfirieron desde el Ministerio de Industria los fondos correspondientes a los meses de noviembre y diciembre por existir un enorme remanente sin gastar en el Instituto debido al retraso en la ejecución de los proyectos de infraestructuras.
El segundo, con la misma justificación que el de 2007, correspondió a toda la anualidad para infraestructuras del año 2008. Tal situación fue denunciada por el Partido Popular en octubre de 2009 cuando fueron publicadas las cuentas del Instituto del año 2008 (BOE 24-9-2009). El saldo negativo de estas dos rebajas no fue inferior a los cuatrocientos millones.
El tercer recorte se produjo en el año 2010, con el anuncio de una reducción de transferencia del 20% en los presupuestos para 2011, pero mayor para otros programas que financia el Plan como formación, ayudas a la reindustrialización, y las subvenciones que recibe el carbón y las empresas mineras por otros conceptos.
El cuarto recorte fue anunciado en el primer trimestre del año 2011, esta vez como consecuencia de las medidas propuestas aprobadas por el gobierno socialista del Sr. Zapatero que ante las exigencias de la UE de cumplimiento del déficit presupuestario del reino de España, tiró de los fondos del Plan de la Minería para tratar de resolver el problema. A fecha de hoy, podemos constatar que no sólo no ha cumplido las previsiones de déficit, sino que «se ha superado notablemente». El calibre del recorte anunciado consistió en eliminar del Presupuesto del Ministerio de Industria 170 millones de euros para toda España de los aproximadamente 390 que el II Plan prevé transferir al IRCM para la reactivación, que se repartían entre fondos para infraestructuras, promoción económica y formación. Para Asturias en líneas generales estaríamos hablando de un entorno de los 85 millones de euros de recorte.
Cabría preguntarse ahora: si en Asturias se hubiesen presupuestado cada año los más de 170 millones de euros a ejecutar por el Principado y los ayuntamientos mineros de los que hablan el «frente de indignados desmemoriados», si no ha habido recortes y desvíos en estos años: ¿dónde están los más de 1.000 millones de euros sólo de las anualidades 2006-2011? La pregunta no es baladí, pues teniendo en cuenta que salvo la Residencia Geriátrica de Felechosa gestionada por el Montepío de la Minería directamente con el IRCM, y las dos fases del Polígono Industrial de Olloniego, gestionadas por el ayuntamiento de Oviedo, el resto de los fondos «pasan» por los presupuestos del Principado. Como en cada una de las anualidades 2002-2005 del I Plan se disponían para la realización de infraestructuras de más de 150 millones de euros anuales, es decir, más de 600 millones de euros, la cantidad que los dos planes destinaban a las comarcas mineras del Principado de Asturias en todo el período 2002-2011 debiera ser superior a los 1.600 millones de euros. ¿Cuántos fondos se han justificado como gastados de esas anualidades desde Asturias?
El resultado de la ejecución de ingresos de los planes de la minería en los presupuestos del Principado desde 2002 (excluidos los años 1998-2001 casi totalmente ejecutados a falta del Polígono de Villallana) se ofrece en la esclarecedora tabla siguiente obtenida de las liquidaciones remitidas anualmente a la Junta. Lo derechos netos por la ejecución de ingresos de fondos mineros fue en 2002 de cero euros; en 2003, de 18.446.477; en 2004, de 50.612.442; en 2005, de 40.531.995 euros; en 2006, de 81.079.377 euros; en 2007, de 62.663.042 euros; en 2008, de 73.169.838 euros; en 2009, de 119.851.002; y en 2010, de 148.649.050; lo que supone un total de 595.003.223 euros: Los ingresos previstos en 2011 son 117.454.025 euros y en 2012 73.035.260 euros, aunque la ejecución de 2011 no ha sido presentada aún.
Los ingresos del Principado nunca han incluido en el presupuesto la totalidad de las anualidades que correspondían por los fondos mineros, siendo la cantidad más elevada presupuestada la de 117,4 millones de euros correspondiente al año 2011, a pesar de que, en teoría, en el I Plan se disponía de más de 150 millones de euros por año (2002-2005), y en el II Plan (2006-2012) más de 170. Sin embargo, los derechos justificados por ejecución de proyectos en todos estos años han sido 595 millones de euros. Una estimación prudente de los ingresos a percibir desde 2002, sólo hasta 2010, rondaría los 1.400 millones de euros. Si los derechos netos generados por el Principado apenas alcanzan los 595 millones,¿ dónde se han quedado los aproximadamente 800 millones que no se han ejecutado entre 2002 y 2010? ¿O es que sólo se van a exigir los 170 millones del año 2012 al actual gobierno? Cuando desde el Partido Popular denunciábamos los recortes presupuestarios que se estaban produciendo, los enormes retrasos en la tramitación y ejecución de los proyectos por parte de los socialistas a lo largo de los últimos años, ¿dónde estaban los «indignados» de estos últimos días?: la mayoría silenciándolos o negándolos.
La clave de esta cuestión no es exigir que figuren en los presupuestos del estado los 170 millones de euros que corresponden a la anualidad 2012. La clave consiste en saber qué ha pasado con los cerca de 1.000 millones de euros -incluyendo los de 2011- que deberían estar en «la caja» del IRCM para la ejecución de infraestructuras en el Principado de Asturias y que parece que no están. Porque el Instituto se creó para garantizar que, al margen de avatares de las obras a desarrollar, al final del año los fondos mineros permaneciesen como remanentes para su utilización en años posteriores.
¿Para qué esa intransigencia ahora con los 170 millones de euros de la anualidad 2012, si tenemos sin asignar las anualidades del 2009, 2010 y 2011, y una buena parte de las de 2008? Qué se pretende: ¿acordar entre sindicatos, gobierno de la nación, gobierno del Principado y ayuntamientos mineros los proyectos a financiar con los fondos de 2012, disponer de los proyectos de ejecución, aprobar los convenios, licitar y adjudicar, es decir, hacer lo que no se ha hecho en los últimos 8 años? Si no se tienen ni firmados buena parte de los convenios de 2008, prácticamente ninguno de 2009, y si no se ha llegado ni al acuerdo de qué obras se van a realizar para ser financiadas con cargo a las anualidades 2010 y 2011, alguien puede creer que el mantenimiento de la anualidad de 2012 en la prórroga presupuestaria servirá de algo dada la situación preexistente ¡Pero si todavía tenemos proyectos de las anualidades del I Plan sin iniciar y unas cuantas en obras con perspectiva de no finalizar antes de 2014!
Lo que a algunos ya no nos sorprende es que quienes se mantuvieron en silencio a lo largo de estos años en los que se llevaron buena parte de la caja de los fondos, unos por complicidad, y otros porque les quedaba muy grande la responsabilidad que se les asignaba, a los pocos días de la toma de posesión del gobierno del Partido Popular presidido por Mariano Rajoy, ya están organizado con absoluta desvergüenza el «Frente de la Desmemoria de los Fondos Mineros» para aparentar defender lo que no defendieron y ocultaron en los últimos 8 años.
http://www.lne.es/cuencas/2012/01/16/fondos-mineros-frentismo-desmemoria/1184536.html