Viernes 06 de Enero de 2012 19:03 – 53 Lecturas.

Escribe el ingeniero en minas Roberto Tronelli acerca de la minería, las preocupaciones de la población y las realidades.

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MINERIA: PREOCUPACIONES DE LA POBLACIÓN Y REALIDADES

Por Ing. ROBERTO TRONELLI (*)

 

Realmente, seguir escuchando permanentemente el batir de las voces sobre las calamidades que se ciernen sobre nuestra provincia luego de la aprobación de la ley que regula la aprobación de los proyectos mineros de alto impacto, mediante un Consejo en el que se encuentran representados sectores de gravitación en el espectro social  y gubernamental,  es casi una ofensa al sentido común de las personas.

 

Comencemos aclarando que mi perspectiva ha sido siempre a partir mi formación profesional como Ingeniero de Minas, grado obtenido en la Universidad Nacional de Cuyo y de la experiencia a lo largo de 45 años de actividad, que incluye gestión pública en el sector minero en nuestra provincia de Río Negro y en la Nación teniendo a cargo  la Dirección de Promoción Minera que financiaba los proyectos mineros que se desarrollaban en todo el país, y de 20 años como consultor minero y ambiental independiente.

 

A los Ingenieros de Minas nos prepara la sociedad con un plan de 6 años de estudios universitarios para que desarrollemos y apliquemos las tecnologías ambientalmente adecuadas y económicas que posibiliten el aprovechamiento de los recursos mineros.

 

Así como la sociedad reconoce que los médicos están preparados para hablar con propiedad sobre el arte de curar, y en un caso grave respetan su opinión y no la de los curanderos, de la misma manera los ingenieros de minas estamos preparados para opinar con propiedad de cómo se explota una mina y se trata su mineral en forma adecuada.

 

Por todo lo expresado creo que tengo autoridad para hablar sobre el desarrollo de proyectos mineros y su desarrollo compatible con las demás actividades económicas y la vida.

 

De la experiencia extraída de mi participación en reuniones sectoriales de la producción y educativas, y del análisis de las opiniones de sectores reacios a que se desarrollen explotaciones mineras de alto impacto, he extraído  las siguientes preocupaciones, sobre las que me explayaré, a los efectos de transmitir conceptos y realidades a todas las personas de buena voluntad pero con escasa información al respecto. Las que tengan mala voluntad o intereses inconfesables les aconsejo que no pierdan tiempo en seguir leyendo este artículo.

 

A continuación expresaré cuales son las preocupaciones fundamentales instaladas en parte de la comunidad y cuales son mis comentarios al respecto:

 

Se cree que no existe tecnologías seguras que permitan el uso de sustancias tóxicas, por ejemplo el cianuro, sin producir contaminación ambiental.

 

A ello les informo que los ingenieros de minas conocemos los métodos adecuados para trabajar con sustancias peligrosas, como por ejemplo el cianuro, sin que se produzca contaminaciones que afecten a los elementos de la vida, aire, suelo y agua superficial y subterránea. Si, existen las tecnologías adecuadas. Lógicamente las empresas deben aplicar esas tecnologías y realizar las cuantiosas inversiones necesarias para la instalación de las mismas.

 

Que el Estado es incapaz de desarrollar un poder de policía adecuado que evite los impactos negativos y por ende la contaminación.

 

Para asegurarse que las empresas usen las tecnologías adecuadas, en la actualidad se dispone de la reciente legislación minera provincial. Las autorizaciones pertinentes sobre los estudios de impacto y aplicación de tecnologías apropiadas provendrán del recientemente creado Consejo Provincial de Evaluación Ambiental Minera (Co.P.E.A.M.), que es el cuerpo evaluador de los estudios de impacto ambiental realizados sobre los proyectos mineros, e integrado por: Un (1) representante de la Autoridad de Aplicación; un (1) representante de la Dirección de Minería de la Provincia; tres (3) legisladores en representación de la Legislatura Provincial, dos (2) por la mayoría y uno (1) por la minoría; un (1) representante del Municipio en el que se desarrolle la actividad que deba someterse al procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental; un (1) representante propuesto por las Universidades Nacionales con sede en la Provincia de Río Negro; un (1) representante de las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) ambientalistas con personería jurídica; un (1) representante de los Pueblos Originarios; un (1) representante del INVAP S.E.

Como puede verse, existe representatividad de los organismos del Estado, de la comunidad científica universitaria y de la innegable capacidad técnico-científica del INVAP, de las organizaciones ambientales, de los pueblos originarios, de los municipios y de los legisladores representantes del pueblo. Y finalmente el Estado tiene toda la posibilidad de ejercer el poder de policía conformando un cuerpo técnico con la capacidad e idoneidad suficiente para relacionarse con empresas que realizan millonarias inversiones y poseen cuadros técnicos acordes con la inversión que realizan.

 

Que las grandes explotaciones mineras consumen grandes cantidades de agua y dejan sin ese vital elemento para la población y las actividades preexistentes.

 

El agua en un proyecto minero es considerada un insumo y un insumo tiene un costo. Si no se lo tiene en el lugar, la empresa minera deberá hacer las inversiones necesarias para trasladarlo de donde pueda proveerse hasta el lugar de la explotación.

 

En la Provincia de Río Negro existe el Código de Aguas que rige el uso tanto de las aguas superficiales como las subterráneas. Usted necesita tomar agua de un curso superficial o de una napa subterránea, debe hacer el pedido al Departamento Provincial de Aguas, que es la autoridad competente, presentar la documentación pertinente y ese organismo luego de estudiar el caso, autoriza o no a extraer tanta cantidad de agua, por tanto tiempo y por otra parte usted debe pagar un canon por esa cantidad de agua.

 

Si en el lugar, dado el uso humano y de las actividades instaladas, – p.ej. la ganadería – no existiera cupo disponible de agua, el organismo deniega la autorización. En ese caso que debería hacer el usuario, hacer las obras necesarias para traer el agua de otro punto donde no se comprometa el abastecimiento a las necesidades del lugar. ¿Haría un acueducto? Si, debería hacerlo. ¿Pero si el costo es elevado? Esa inversión del acueducto debe ser tomada por la empresa como parte del costo de inversión del proyecto. Si con ello no le cierran los números, el proyecto minero es inviable y no puede ejecutarse. Es lo mismo que uno quisiera realizar plantaciones en las zonas áridas; si no tengo agua apta, la tengo que llevar.

 

Rechazan a la gran minería, puesto que destruye los cerros y produce impacto visual negativo.

 

El hombre como parte integrante de la tierra, no ha sido ni será ajeno a la evolución de la misma y la interferencia de sus acciones sobre la misma forman, al igual que la acción de las demás especies y los movimientos geológicos, parte del orden natural.

 

 

Esta apreciación es básica para ubicar en su justa medida las acciones de nosotros los hombres con el agregado claro que nosotros somos seres éticos y por lo tanto tenemos responsabilidades. No como los animales o los movimientos de la tierra que de un plumazo pueden dejar sin vida a miles de seres humanos, animales o plantas, como un tsunami o un terremoto. La naturaleza no es buena ni mala, actúa. El ser humano tiene responsabilidades por tener conciencia de sus actos.

 

Las acciones de la gran minería para extraer de la tierra los recursos minerales es imprescindible cuando es necesario abastecer las necesidades de una población mundial de 6.000 millones de habitantes y para ello hay que realizar explotaciones de hasta 100.000 tn por día de roca, o se cree que el cobre presente en casi todas las cosa que hacen a la calidad de vida como la que tenemos hoy, sale de una minita con tres obreros y la extracción de alguna tonelada diaria.

 

El tamaño del hueco, agujero o rajo como se dice en la jerga minera, que se produce en la explotación de un gran yacimiento, es ridículo si lo comparamos con los miles y miles de kilómetros cuadrados que se sistematizaron a costa del monte natural en toda la franja entre el río Negro y la provincia del Chaco para poder plantar cultivos necesarios para la alimentación de nuestra población y tener saldo exportable para obtener las riquezas necesarias para atender otras necesidades públicas.

 

Sobre que produce impacto visual negativo, eso depende. Los impactos visuales son positivos o negativos según sea el mensaje que envía al observador, nada tiene que ver con la forma, el color o el tamaño, todo es el mensaje. Un trabajador minero, un proveedor del complejo, el intendente de la localidad o el gobernador de una provincia, cuando mire un rajo minero lo asociará a una fuente de recursos para atender las necesidades propias en el caso de unos y del desarrollo armónico del municipio o de la provincia en el caso de los otros.

 

Que toda nuestra riqueza se la llevan grandes corporaciones y no nos dejan nada.

 

Primero de todo recordemos que se crea riqueza cuando se pone el elemento que se genera en el mercado, si es inaccesible no puede considerarse riqueza. En minería las inversiones son millonarias y conllevan un riesgo elevado en las primeras etapas, en las que se invierten varios millones de para saber si existe o no existe un yacimiento mineral con la cantidad y la pureza que justifique un aprovechamiento económico. Si no existe se pierden los millones invertidos. Si hay yacimiento viene la etapa de inversión para la construcción que es 20 veces mayor. O sea realizar un proyecto minero y operarlo significan ingentes desembolsos para el minero. Cuando lo opera aparece recién la riqueza.

 

Aclarado lo anterior para tener en claro la magnitud de la inversión necesaria que deben disponerse y que sale de las arcas de las empresas mineras, yo creo que deben ajustarse las leyes promocionales del sector minero, puesto que quedaron totalmente desactualizadas, dado que variaron significativamente los parámetros existentes en el momento de la promulgación.

 

Dicen  que las experiencias en la provincia han sido nefastas.

 

Les tengo que aclarar que en nuestra  Provincia de Río Negro no ha habido ni hay ninguna operación minera en la que se use cianuro. Todo es una fantasía, por no decir una mentira, sobre la que incluso se tejieron la aparición de enfermedades en la zona de Jacobacci donde solo se estaban haciendo perforaciones en el Proyecto Calcatreu. En la zona y en la provincia, en el único lugar que aparecía el cianuro, era escrito en los carteles de los manifestantes antimineros.

 

La implementación de una política minera de Estado, necesariamente debe asentarse en estos tres puntos:

 

PROPENDER A LA TRANSPARENCIA DE LAS EMPRESAS:

 

Para eliminar la desconfianza sobre una empresa minera, ante cualquier inquietud sobre un accionar ambientalmente incorrecto de la misma, la población en forma orgánica, debe poder acceder al lugar de la operación de la empresa donde se presume un ilícito y que se puedan realizar las observaciones, mediciones y muestreos si se considera necesario.

 

MANTENIMIENTO PERMANENTE DEL DIALOGO

 

Ante cualquier duda el Estado debe responder e ilustrar permanente sobre las mismas a la población u organizaciones.

 

ACCION DEL ESTADO EN RESGURDO DE LOS BIENES COMUNES

 

El Estado debe aplicar concientemente su poder de policía y estructurarse adecuadamente para responder idóneamente a los requerimientos de sus funciones.

 

Por último, debo decir que todo el accionar en el desarrollo minero, y de toda actividad, debe estar enmarcada en el nuevo paradigma, el de una economía eco-social de mercado que para funcionar debe estar basada sustancialmente en la ética. Sobre ello y en empatía con el gran autor de Una Etica Mundial para la Economía y la Política, debo decir que la posición de principio se basa en dos delimitaciones:

 

Una delimitación frente a una ética del la convicción ajena a consideraciones económica, defendida por ambientalistas y personas de Iglesia. Quien plantea al común de las gentes exigencias morales al margen de toda racionalidad económica, esto es, sin tomar en consideración las leyes de la economía, no defienden una moral, sino un moralismo.

 

La otra delimitación es contra una ética del éxito carente de convicciones. Es defendida, por ejecutivos obsesionados por el éxito y por economistas y publicistas sin escrúpulos. Quien propaga dogmáticamente concepciones económicas desprovistas de toda norma ética no representa los intereses de la economía, sino los de un reduccionismo económico, los de un economicismo. Al éxito no se le puede conceder bajo ningún concepto la importancia y el primado que le corresponde a la ética.

Es legítimo velar por los intereses propios, pero uno ha de responder éticamente de toda acción empresarial.

 

De ello se saca como conclusión que tanto en Minería como en las demás actividades, las estrategias económicas y el juicio ético deben ser vinculados entre sí en forma convincente y en ese marco aparece el Estado como el órgano creado por la sociedad para resguardar éticamente el bien común.

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(*) Ing. Roberto Tronelli. Es Delegado del Colegio Argentino de Ingenieros de Minas – Ex Director General de Minería e Hidrogeología de La Provincia de Río Negro – Ex Director de Promoción Minera de la Nación. – Consultor Minero y Ambiental desde 1990-

e-mail:   rtronelli@speedy.com.ar

 

http://www.bariloche2000.com/la-ciudad/informacion-general/64947-mineria-preocupaciones-y-realidades.html

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