Enviado por jgomez el 23 Feb 2012 – 19:42.
Xalapa, Ver. A pesar que medios de comunicación y organismos ciudadanos no han logrado mover a las autoridades federales para que detengan en la instalación arbitraria de la mina a cielo abierto por la empresa Goldgroup en Alto Lucero y Actopan, este caso atrapó la atención de extranjeros del Cono Sur, por lo que nuestra entidad ya figura en una lista de monitoreo de empresas trasnacionales, la mayoría canadienses, que se han instalado masivamente en distintas ciudades del mundo para realizar acciones de explotación, vulnerando normatividades y transgrediendo el entorno natural bajo el amparo de los gobiernos, según refiere la organización internacional No a la mina, cuya sede es Argentina.
En México, el proyecto Caballo Blanco creció a partir de la venta que realizó la empresa Goldgroup Mining Inc. de su proyecto minero El Porvenir a Carlos Slim, quien a través de su firma Grupo Carso se haría cargo, con su unidad minera, de la extracción –según publicó CNN Expansión en su página web (12 de junio de 2010)–. Gracias a la compra del magnate mexicano –25 millones de dólares–, no sólo mejoraron las acciones de Goldgroup (15 por ciento), sino que adelantaba que usaría los ingresos de la oferta para “financiar sus otros proyectos avanzados de oro en México, incluyendo el de Caballo Blanco, en Veracruz”, según cita la misma fuente.
Esto indica que al menos desde hace dos años la empresa realizaba operaciones en el interior del país bajo el amparo de las autoridades mexicanas. Esta misma fuerza financiera y logística que utiliza la empresa en México, otras empresas canadienses la aplican con ligeras diferencias en distintos países como Guatemala, República Dominicana, Chile, Argentina, entre otros, sin que los gobiernos antepongan el cuidado al medio ambiente y las normatividades recomendadas para la extracción de minerales.
Paralelamente, estas empresas realizan la misma operación en países de África y Asia, y otras en Europa, como el reciente caso de la minera Highland Gold Mining Ltd. instalada en Rusia y que vio mermada su actividad luego de que su filial minera Barrick Golg Corp.vendiera su participación. No obstante, luego de este golpe Highland Gold impulsó a Barrick Gold a privilegiar otros mercados “más rentables y de fácil acceso, como el de Estados Unidos y América Latina”, refiere la ONG en su página oficial (http://www.noalamina.org/).
Mineras canadienses, las más voraces
Uno de los registros más sobresalientes en el caso mexicano es el otorgamiento de 51 millones 994 mil 312.7 hectáreas de territorio nacional a la industria minera, bajo las administraciones panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón. “Se trata de más de una cuarta parte de la superficie de la nación”, donde las trasnacionales canadienses son las principales beneficiarias
En la página se hace referencia a datos oficiales –“padrones de Expedición de títulos de concesión minera de la Secretaría de Economía”– y publicaciones como Contralínea, que ahondan sobre el tema donde aseguran que Sonora, Chihuahua, Durango, Zacatecas y Coahuila encabezan la lista de entidades donde más proyectos se han concedido a la industria minera. “Son ya más de 26 mil los permisos otorgados para la exploración, explotación y producción de metales preciosos y minerales desde que el panismo ascendió al poder”.
La fuente expone que de 2000 a 2009 fueron concedidas en el país 51 millones 994 mil 312.7 hectáreas, a través de 24 mil 531 concesiones. “Los títulos se incrementaron a 26 mil 43 los últimos dos años de la administración de Felipe Calderón Hinojosa, según indican dos informes más, elaborados por la misma dependencia federal”.
Las empresas más beneficiadas en 2010 fueron –según el informe de Proyectos mineros– la australiana Azure Minerals, Ltd, que obtuvo 25 concesiones mineras; las canadienses Almaden Minerals, Ltd, con 17; Dia Bras Exploration, Inc, con 16; Pediment Gold Corp, 14; y Goldcorp, Inc, con 11 autorizaciones (Contralínea, 179).
La ONG actualmente lleva un registro del sinnúmero de actividades realizadas por las empresas mineras canadienses y de otros países –así como locales– en distintos lugares del mundo. Desglosar cada una de ellas requiere de una labor exhaustiva ya que no sólo operan en una región sino que constantemente se fusionan, se separan, compran acciones, venden y emigran (muchas logran instalarse hasta el final de la extracción). Esta logística depende en gran medida de la vigilancia que relizan algunos países sobre las normatividades y los convenios económicos de cada nación. Son pocos casos en los que los estados han aplicado con dureza la ley para el control y la regulación del equilibrio ecológico ante procedimientos lesivos, como el caso español de la empresa local Coto Minero Cantábrico, que sufrió una suspensión judicial (temporal) por el proyecto de explotación carbonífera a cielo abierto en Cabrillanes de Babia (León), hasta que la empresa compruebe que no transgrede al medio ambiente.
Algunas empresas que operan en América Latina son la Tahoe Resources (Guatemala), Goldcorp conocida como Entre Mares SA de CV (Honduras), Gold Reserve (Venezuela), entre otras. En el viejo continente, tanto empresas canadienses como locales de cada país aprovechan el amplio mercado de oro para instalarse en zonas estratégicas.
En la mayoría de los países operan más de una compañía extranjera, en algunas hasta cuatro o cinco e incluso 20 empresas extranjeras a nivel región como el caso de Centroamérica, entre ellas Elipe, Cornestone, Kinross-Aurelian, Atlas Moly, IamGold, IMC y otras, “que son empresas trasnacionales, la mayoría de origen canadiense”.
http://www.noticiasnet.mx/portal/principal/85187-ong-internacional-monitorea-minera-trasnacional-goldgroup