Uno de los temas importantes que vienen teniendo auge en los foros internacionales es la agenda indígena. La población indígena está diseminada a lo largo del continente americano por civilizaciones que sobrevivieron la época colonial mayoritariamente española, inglesa y portuguesa en América. A través de la historia los pueblos indígenas se han caracterizado por estar en una persistente lucha para preservar sus tradiciones, cultura, religión en territorios delimitados por las costumbres milenarias de sus antepasados. En América se ha visto que el sector indígena es una población muy golpeada por el crecimiento urbano y la clara disposición de la modernidad por absorber las costumbres minoritarias de un país. Es claro que la resistencia de los indígenas en el continente seguirá y las formas de organización en pos de su reivindicación toma elementos de la propia sociedad moderna. Hemos escuchado en las noticias internacionales sobre pueblos indígenas que están siendo afectados negativamente por las concesiones de empresas mineras en poblaciones rurales de América. Casos como las mineras en Perú o el caso de Panamá muestran como a lo largo de los años algunas empresas se mantienen inclementes para con el medio ambiente y y la salud de los pobladores. Los pueblos indígenas se movilizan políticamente para proteger sus espacios vitales y preservar sus formas de vida. El caso mexicano no es diferente a los muchos focos rojos que se han encendido durante estas dos últimas décadas. Ahora la población indígena, más informada y con mayor empoderamiento de conocimiento, persigue el derecho de la reivindicación y el derecho a existir mediante sus costumbres y tradiciones. Las poblaciones indígenas en América se movilizan para resistir la homogeneidad de la modernidad. En el caso de México diferentes civilizaciones indígenas han sobrevivido hasta este siglo XXI, siguiendo la misma lucha por su reconocimiento como entidad comunitaria y autóctona. A lo largo del país diferentes etnias indígenas están establecidas intactas al colonialismo de tres siglos. Algunas con mayor representación que otras por su número actual han resaltado por su peculiar integración a la vida moderna del país. Esta ocasión resalta el perfil del pueblo Wixárika que se encuentra diseminado en una cuarta parte del territorio mexicano, alrededor de cuatro Estados de la República Mexicana, entre ellos: Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas; territorios que tienen como peculiaridad los bosques de coníferas entre profundos cañones y aisladas mesetas. Es un espacio orográfico útil para la minería desde la colonia de la Nueva España. Las tierras donde habita el pueblo indígena Wixárika han sido objeto de disputas mineras desde la época colonial. A plena luz del siglo XXI entramos en un conflicto arrastrado por siglos y que no se posibilitaba la opinión abierta por la situación política del país. Pese a ello, brotes denominados como alteraciones al orden público, se presentaban a ojos de la ciudad, como espontáneos y aislados. La alternancia política mexicana en el año 2000, la tendencia al desarrollo y uso de tecnologías generalizadas y al alcance de la ciudadanía empujaría a la era de la opinión pública, y con ella, al enaltecimiento de la libre expresión, abriendo una posibilidad nunca antes vista; y aún no se sabe de los alcances a mediano y largo plazo. La vuelta de la mirada al pueblo wixárika es poderosa esta vez, pues la opinión pública ahora tiene mayor acceso a información. Antes era silenciada por diversos motivos, sean estos intencionados o simplemente poco mediatizados por los medios de comunicación nacional. La ciudad es el faro de luz que ilumina la opinión, el uso de tecnologías incrementa en la urbe la posibilidad de que la opinión pública se aproximara a la realidad wixárika. Existe un problema de compatibilidad estructural entre el desarrollo económico y el de la coexistencia del pueblo wixárika. Como todo conflicto, éste surge por la consideración de intereses y factores, afectando a alguna parte; casi siempre la que tiene una desventaja de condiciones. En este caso, la balanza se precipitaba hacia las concesiones de la minera First Magestic Silver para explotar tierras ricas en metales con el proyecto “la luz” en Real de Catorce de Wirikuta del Estado de San Luis Potosí, y su suspensión por parte del poder judicial de la federación a principios del año 2012. La explotación minera en México representa, para su Producto Interno Bruto, un valor sustancial de alrededor de 5 mil millones de dólares. El problema radica en que espacios de concesiones, que a primera vista aparecen deshabitados, son en realidad un paraje complejo lleno de tradiciones y cultura de pueblos indígenas. Esta vez, tocó el nervio central de la comunidad huichol que se levanta ante lo que considera una grave hostilidad que va en contra de su modo de vida y, de ser operado el proyecto minero, exterminar su esencia como comunidad y con ello, la extinción del pueblo wixárika. La lucha por tierras sagradas sigue en pie, pese a la posición oficial de First Magestic Silver de ceder 761 hectáreas sin recibir pago alguno por indemnización. Mismo que no es considerado útil para los indígenas, pues su principal lucha es por un territorio ceremonial de Wirikuta que no está incluido en la “donación”. La puerta se ha abierto a la luz pública nacional y a la opinión internacional. Es tarea de la estructura política mexicana la que dará una resolución al conflicto de Wirikuta. Esta es la oportunidad que tiene un gobierno democrático para consolidar la impartición de justicia. Es un notable caso que dará como resultado una oportunidad a otros pueblos indígenas de América Latina para reivindicar el interés comunitario que tendrá como estandarte la defensa de su cultura y sus tradiciones. El fallo será un caso para generar jurisprudencia sobre explotación de recursos naturales de empresas transnacionales. Este ha sido un lastre que desde 1742 a la fecha ha sufrido el pueblo Wixárika. La solución de este conflicto repercutirá notablemente en la lucha de los pueblos indígenas del continente americano. Un caso que, por demás está decir, es de gran interés interdisciplinario y merece ser estudiado de manera objetiva y alejado de los intereses económicos de las grandes corporaciones transnacionales. http://www.lemonpolitik.com/2012/06/20/la-lucha-indigena-de-la-zona-wirikuta-en-mexico/
Published June 20, 2012 | By Jose Jair Landa Perez