Nacional
Publicada: 03/11/2012 12:39 Por: SUN
La llamada “fiebre de oro” que se extiende en América Latina, que ha motivado conflictos en las comunidades aledañas a las minas, ha encendido “focos rojos” ahora en Baja California Sur. Foto: SUN
BAJA CALIFORNIA SUR, México(SUN)La llamada “fiebre de oro” que se extiende en América Latina, que ha motivado conflictos en las comunidades aledañas a las minas, ha encendido “focos rojos” ahora en Baja California Sur, y despertado el interés de cientos de ciudadanos, especialistas y ambientalistas que encabezan una férrea oposición a las intenciones de compañías canadienses de explotar el mineral en la entidad, en una zona protegida por su alto valor ecológico.
De acuerdo con el panorama minero del estado, publicado en julio de 2011 por el Servicio Geológico Mexicano, hasta el año 2010 se tiene un registro de 163 concesiones mineras tituladas, que abarcan una superficie de 528 mil 156 hectáreas, cifra que representa 6.20% de la superficie estatal.
En la región sur del estado están los principales yacimientos de oro y plata, que en la actualidad pretenden aprovechar compañías mineras, en su mayoría extranjeras. El documento refiere que cinco proyectos hacen exploraciones con fines de explotación de oro. Se trata de La Trinidad, en Los Cabos; El Triunfo-Valle Perdido y San Antonio-Las Colinas, ambos en La Paz y a cargo de la empresa Pediment Exploration; Trini, de la compañía minera La Pitalla, y Paredones Amarillos (actualmente Los Cardones), de las compañías Vista Gold (aliada recientemente con Invecture Group).
Dos proyectos provocaron una oleada de críticas, porque buscan ya los permisos para comenzar operaciones. Se trata de San Antonio (compañía La Pitalla-Argonaut Gold) y Paredones Amarillos/Los Cardones (Vista Gold-Invecture Group), ambos de capital canadiense.
Los cuestionamientos se centran en el riesgo de contaminación del acuífero debido a los desechos tóxicos, además del daño a la salud y a las actividades económicas en la zona (agricultura y turismo), sobre todo por ubicarse en la Sierra de la Laguna, una región protegida por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), considerada pulmón de Baja California Sur, un sitio de captación y recarga de agua en esta zona desértica.
http://www.lacronica.com/EdicionEnLinea/Notas/Nacional/03112012/636450.aspx