A cinco años y días de que estalló la huelga en la unidad minera San Martín (del Grupo México), en Sombrerete, el impacto económico se estima, conservadoramente, en 600 millones de dólares, y todavía se tendría que agregar el daño social que ha generado una mafia sindical corrupta y corruptora que ha causado un enorme daño a la industria extractiva del país.
Y no se trata de un asunto menor, desde luego que no.
En la región de Sombrerete la economía mostró signos de un enorme debilitamiento a partir de que por lo menos 700 personas dejaron de recibir salarios y prestaciones, de que se vieron obligadas a dejar de trabajar, literalmente secuestradas por sus propios líderes.
Lo afirman y ratifican los propios mineros, porque están hartos de robos y transas.
En Sombrerete, sin ir muy lejos, cientos de familias se convirtieron en rehenes de una mafia corrupta y corruptora a la que muy poco le importa la gente, pero sí las enormes cantidades de dinero que maneja por concepto de cuotas, para comprar protección y para defensas jurídicas de líderes que no sólo desaparecen carretadas de dinero, sino que además están prófugos y se refugian en países que, amable y comedidamente, les brindan su hospitalidad… como Canadá.
Ah, qué caray, ahora sí estuvo dura la pedrada, el peñascazo, pues.
Pero ésa es una “coincidencia” de la que luego daremos cuenta. Los propios trabajadores de la industria extractiva tienen muchas historias guardadas, pero no olvidadas.
Por el momento, de lo que se trata es de retomar la expectativa que ha despertado entre los habitantes de Sombrerete el anuncio hecho por altos ejecutivos de Grupo México en el sentido de que sí hay posibilidades de reabrir la unidad minera San Martín.
Pero no será bajo condiciones que pongan los seguidores de Napoleón Gómez Urrutia, sino única y exclusivamente en el momento en que, mediante la toma de nota y el recuento de votos de los propios mineros, se dé y consolide la posibilidad de que una nueva organización sindical se haga cargo de la representación de los trabajadores.
Sí. La minera podría abrirse, pero sólo con un recuento favorable a la CROC.
Por lo pronto, ante la claridad del tema, a los pocos seguidores napistas que aún quedaban se les ha visto convencidos, ahora sí, de que estaban en el camino equivocado, es decir, manipulados, explotados, recibiendo migajas, mientras que sus “líderes” destinan decenas de millones de dólares para mantenerse en la impunidad.
Ellos mismos lo comentan, y están hartos, como decíamos, de robos y de transas.
De salida
Por lo pronto, viene una pronunciada baja de la marea… después de días muy, pero muy complicados.
Esperemos que haya un poco de tranquilidad durante el larguísimo fin de semana que para muchísimas personas inicia desde este jueves.
Ojalá, ojalá.
