Degradación ambiental del país costó alrededor del 7% del PIB

2013-01-10 | Hora de creación: 22:29:51 | Ultima modificación: 22:29:51

La agricultura, ganadería, pesca, caza y el aprovechamiento forestal, así como la minería, son los sectores económicos más afectados en el país debido al agotamiento y degradación ambiental, aseguró Carlo Ríos Soto, biólogo de la UNAM y especialista en temas ambientales. “En 2010 el costo por degradación ambiental respecto a su producción bruta representó para la agricultura, ganadería y caza el 16.9 por ciento, y para el caso de la minería significó el 14 por ciento”, detalló.

De acuerdo con el especialista de la UNAM, estas afectaciones impactan directamente en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional, pues de acuerdo con el registro del Sistema de Cuentas Económicas y Ecológicas del INEGI,  en 1999 los Costos Totales por Agotamiento y Degradación Ambiental (CTADA) representaron el 10.89 por ciento del PIB, mientras que en 2006 representó el 8.1 por ciento y en 2010 el 7 por ciento.

¿Esto qué quiere decir?, se preguntó Carlo Ríos y respondió: para poder revertir el daño ambiental se necesitaría destinar a los gastos de protección ambiental una cifra igual al CTADA. “Para 2010, por ejemplo, debieron destinarse 910 mil 173 millones de pesos para gastos de protección, no obstante, solamente se destinaron 123 mil 830 millones de pesos. La brecha entre los costos totales por agotamiento y degradación ambiental se están cerrando respecto a los gastos de protección, por lo que aún falta mucho por hacer en este ámbito”, señaló.

Dentro de los problemas que afectan al país en materia ambiental, cuya escala es global, están los derivados por el cambio climático y que a su vez ocasiona pérdidas monetarias en la población mexicana: la modificación de los regímenes de lluvias, la amenaza a la biodiversidad, la contaminación directa a nivel local derivada del mal manejo de residuos y degradación de los suelos, mismos que, asegura el especialista, se ven favorecidos por el crecimiento económico.

GÉNERO. Carlo Ríos comentó que su proyecto de investigación, desarrollado en la Facultad de Economía, se encuentra en la última etapa, en la cual estudia y trata de demostrar con cifras la relación entre los daños ambientales y género. “Pienso que a través de la economía ecológica y de los estudios de género podemos analizar cómo los daños ambientales afectan a mujeres y a hombres de forma distinta. Existe registro de que las mujeres resienten más los cambios ambientales porque se desenvuelven en mayor cercanía con el medio ambiente debido a los roles de género”, aseveró.

Un ejemplo de rol de género, dijo, es la recolección de los insumos para la alimentación, se convierte en un problema, pues el hecho de que escaseen por sequía, degradación de suelos o pérdida de biodiversidad implica un mayor uso del tiempo en su recolección y poca capacidad de desempeño en alguna actividad económica.

— ¿La economía ecológica es un área poco estudiada en México?

— Comparado a otros campos de estudio tradicionales, es un área poco estudiada. La economía ecológica es una transdisciplina que en la última década ha despertado el interés de investigadores y esto se debe a la incorporación del término sustentabilidad en la agenda de desarrollo mundial. Esta palabra ha modificado la visión e importancia de los estudios ambientales en el espacio académico, modificando también la oferta educativa de las universidades y los centros de investigación.

“Algo importante que debemos resaltar es que el estudio de la economía ecológica se puede originar en la línea terminal de las carreras afines, pero principalmente surge de los estudios de posgrado, permitiendo acoger a especialistas de áreas tan diversas como la economía, la ecología, la biología, la sociología, la ciencia política, antropología, historia, matemáticas, e incluso ingenierías”, concluyó.

 

México debe invertir más en economía ecológica: OCDE

México debe incrementar sus inversiones en economía ecológica para poder combinar el desarrollo económico con el descenso de la contaminación, según un informe de la OCDE publicado recientemente.

“El triple desafío que México debe afrontar consiste en dinamizar su economía, mejorar el estado de su medioambiente y garantizar un nivel de vida decente a sus ciudadanos”, indicó el secretario general de la OCDE José Ángel Gurría, en la presentación del estudio.

La organización emitió una treintena de recomendaciones sobre el consumo energético, la subvención a los carburantes, el fomento de los transportes colectivos limpios y la protección de la biodiversidad.

Entre las 29 recomendaciones de la OCDE a México, la organización destacó la de reducir progresivamente las subvenciones al consumo de energía, a la agricultura y la pesca que atentan contra el medio ambiente y sustituirlas por subsidios a los más pobres y a los pequeños agricultores.

Además, propuso instaurar un impuesto ecológico a los carburantes y productos energéticos, proseguir el desarrollo de transportes urbanos de bajas emisiones de gases contaminantes y reformar los instrumentos de salvaguarda de la biodiversidad forestal.

 

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