La minería en Querétaro

por | Ago 18, 2013 | 0 Comentarios

 

 

Fernando V. Corzantes
 En el recuento del impacto de las compañías mineras extranjeras en nuestro país, podemos observar que el estado de Querétaro ha estado al margen de esta nueva neocolonización, debido al bajo impacto de sus reservas y potencial minero.

Sabemos de la actividad minera para producir cinabrio o mercurio en la Sierra Gorda desde épocas lejanas. Según estudios arqueológicos, señalan de explotaciones a cielo abierto y subterráneo desde el siglo XIII A.C. Los pueblos indígenas también conocían el ópalo al que denominaban “piedras colibrí”, utilizado para elaborar artículos ornamentales y ceremoniales entre los años 1200 y 1519 de nuestra era. Ya en época colonial, según la Cedula Real de 1557, se descubrieron yacimientos de plata y plomo que condujeron a la fundación de pueblos mineros como San Pedro Escanela, El Doctor, San José de Amoles (hoy Pinal de Amoles), Río Blanco, Plazuela, San Joaquín y Maconí.

En 1770 Don Pedro Romero de Terreros, Conde de Regla, inició los laboríos en San Martín Ajuchitlan, donde extrajo grandes cantidades de oro y plata durante 40 años.

La minería entra en crisis a fines de 1700 al ganar profundidad las minas; situación que se agrava por la Guerra de Independencia. En 1870 en la hacienda La Esperanza, municipio de Colon, se denuncia la primera mina de ópalo llamada Santa María de Iris.

A partir de 1880 compañías inglesas reabren los distritos mineros del Río Blanco, Pinal de Amoles, Santo Entierro, San Juan Nepomuceno y Maconí, de los cuales se estima que obtuvieron una producción de 600 mil toneladas de mineral de plata y plomo. En 1905 la firma Cookson of New Castle inicio la exploración de las minas de antimonio en El Soyatal, abandonándolas en 1918 debido al movimiento revolucionario.

A fines del siglo XIX se formó la compañía americana The Ajuchitlan Mining and Milling Co., que benefició 125 toneladas/día por medio de cianuración; se reporta una producción para 1914 de 40 mil toneladas de mineral con oro y plata; se estima que extrajeron un volumen total de 200 mil toneladas de mineral, hasta 1924. En 1940 se establece en Pinal de Amoles la Compañía Fundidora La Concha, S. A., reiniciando la explotación de las minas Las Ánimas, El Queso y La Margarita, obteniendo en 1942, cien toneladas de plomo metálico.

De 1942 a 1943 debido a la demanda por la Segunda Guerra Mundial, las minas de El Soyatal, produjeron mil 800 toneladas de antimonio metálico por año. A principios de la década de los sesentas la Compañía Minera Peñoles adquiere las propiedades y realiza trabajos de exploración descubriendo los depósitos La Negra y El Alacrán; lo que propició en 1966 la creación en Querétaro de la primera unidad minera y posteriormente en 1971 el inicio de operaciones de su planta de beneficio.

Entre los años de 1950 a 1953 se construyeron las plantas de calcinación en San Antonio de la Cal, para satisfacer el mercado de cal de la región del bajío. Es significativo en la década de los sesentas, el inicio de la bonanza del mercurio, colocando a Querétaro como primer productor nacional, siendo San Joaquín, Peña Miller y Pinal de Amoles los principales productores; se estima que la producción mensual fue de 4 mil frascos, que en el mercado internacional se cotizaba entre 550 y 600 dólares por frasco.

Entre los años de 1970 a 1974 se tiene registrada una producción de 3 mil 712 toneladas de mercurio, cayendo estrepitosamente la demanda hacia 1975, finalizando la llamada fiebre del mercurio.

Según la Secretaría de Economía en 2010 en nuestra entidad había 316 concesiones en 716 mil hectáreas (1.19% de la superficie estatal), aumentando a 470 en 2013, lo que representa que Querétaro es una oportunidad para las empresas mineras que producen a gran escala. Ya que los precios de los minerales metálicos en los mercados financieros, registraron un incremento de hasta 37% sostenido entre 2011 y 2012.

Hay quienes ven que la producción en gran escala permitiría minimizar costos, contrario a los productores en pequeño que requieren de maquinaria y equipo para su extracción. La minería en el Producto Interno Bruto estatal ocupa tan sólo 1.1%, porcentaje menor comparado con la industria manufacturera que significa 23.7% o la construcción, con 9.8%.

La producción minera en Querétaro es positiva por la evolución de los precios de las materias primas en los mercados internacionales, siendo el oro y la plata los más significativos. En tanto, los minerales no metálicos tienen un detonante importante, que es el ritmo de construcción estatal que tiene un impacto positivo en la producción de estos minerales. Y la demanda de metales se está incrementando, un ejemplo es Japón para su reconstrucción tras el terremoto.

Los grandes capitales están viendo más próspero entrar a bienes básicos como oro, plata ó el petróleo. Y de acuerdo con el INEGI, la producción de oro nacional creció 17.9% en 2011 respecto a 2010.

Querétaro, Guanajuato, el Estado de México, Sinaloa y otras entidades produjeron en forma conjunta 4.1% de la producción total de oro. Así que Querétaro no está tan lejano de entrar a la espiral de explotación neocolonial minera.

Consejero Electoral Instituto Federal Electoral

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