Industria Minera
Economía
Publicado por: Alejandro Espinosa Granados
21 de Noviembre, 2013
La importancia económica de la minería en México y las reformas fiscales para la industria
La actividad minera ha sido desde tiempos prehispánicos una de las principales actividades productivas en nuestro país, su importancia creció durante la Colonia, época en la cual conoció una de sus etapas de mayor bonanza. El subsuelo del territorio mexicano es rico en yacimientos minerales, cuya explotación genera hasta el día de hoy importantes riquezas.
Actualmente la industria minera contribuye con el 1.5% del PIB de la nación. Además de su importancia económica, las actividades mineras son una de las principales fuentes de empleo en el ámbito rural, principalmente en los estados del norte del país y en localidades aisladas afectadas tradicionalmente por la emigración y la falta de oportunidades laborales. México se destaca especialmente en la producción de plata, bismuto, plomo, oro, cobre y zinc, metales en los cuales ocupa los primeros lugares en la producción mundial.
En los últimos años la industria minera a nivel mundial ha cobrado un gran auge. Sólo en el año 2010 en México las inversiones privadas tuvieron un crecimiento de casi el doble respecto al año anterior, y a excepción del año 2009, han mantenido un ritmo al alza (Gráfica 1). El reciente auge de la industria minera puede explicarse por dos factores concatenados: el crecimiento en la demanda de materias primas, especialmente del mercado asiático, y el alto precio de los metales, como el oro y la plata, los cuales tras la crisis de 2008-2009 incrementaron fuertemente su valor. Después de una década de precios al alza, el precio del oro comenzó a descender durante el año 2013, debido a que los inversores redujeron sus tenencias del metal dorado.
Las cotizaciones históricas de los minerales han alentado a los inversores a apostar por esta industria y México no ha sido la excepción, convirtiéndose en uno de los destinos más atractivos para la actividad minera, no sólo por las riquezas naturales que alberga, sino también por las facilidades para el desarrollo de la industria. De esta forma, las inversiones en México en el sector de la minería han crecido de manera sobresaliente. Según los datos de ProMéxico entre 2007 y 2011 las inversiones extranjeras crecieron a un promedio anual de 20.9%.
Tanto los metales preciosos, como los minerales industriales y los no metálicos han subido fuertemente sus precios, lo cual ha repercutido de forma positiva en la balanza comercial de México. Las cifras de 2011 arrojan exportaciones con valor de 22,526 mdd para el sector minero-metalúrgico. Pese a estas cifras tan alentadoras, cabe mencionar que los beneficios de la actividad minera en nuestro país han sido cuestionados por diversos actores políticos y especialistas, quienes desde hace tiempo han señalado la necesidad de adecuar la legislación minera y las cargas impositivas para las empresas mineras, que han venido gozando de generosas exenciones fiscales.
La ley minera de 1993 promulgada durante el sexenio de Carlos Salinas De Gortari otorgó grandes facilidades a las empresas con el fin de acelerar el proceso de privatización y alentar la industria. El argumento de fondo es que se debe reconocer que la minería es un sector de inversiones de alto riesgo y que requiere de cuantiosas inversiones de capital, infraestructura y mano de obra; y como tal el gobierno para fomentar las inversiones debe permitir que las ganancias de las empresas mineras sean equiparables al alto riesgo que asumen.
Si bien este régimen consiguió la reactivación del sector, también ha concentrado las ganancias en unas pocas manos, corporaciones nacionales y extranjeras que se han visto enormemente beneficiadas por una de las legislaciones menos restrictivas del mundo, al grado que algunos especialistas han denominado a México “las Islas Caimán de la minería”. Es importante considerar que los esquemas fiscales que se han mantenido hasta ahora, fueron diseñados en un contexto en el cual los minerales tenían precios bajos; sin embargo, hoy en día esta no es la realidad.
A pesar de todo, es importante evaluar a la distancia que este régimen efectivamente permitió una reactivación de la industria captando importantes inversiones, las cuales lograron colocar a México en el año 2010 como el destino más importante para las inversiones en exploración minera en América Latina y el cuarto a nivel mundial. Asimismo, ocupó la quinta posición a nivel mundial en cuanto a las ventajas para invertir en el sector.
El nuevo régimen fiscal para la minería en México
Como se ha mencionado, la minería en México se caracteriza por ser una actividad que genera altos excedentes y que paradójicamente es también una de las actividades que ostenta menores cargas fiscales. En la gráfica 2 se observa la estructura de valor agregado bruto por componentes en el sector industrial, la minería y el total para el año 2011. Como claramente se observa, el sector minero genera los más grandes excedentes de producción con un valor de 93.5%, mientras que los impuestos representan apenas el 0.3%. Esta cifra contrasta con el 17.2% de impuestos para el sector industrial con un excedente del 62%.
Los diversos países del mundo en los cuales se desarrolla la industria minera han manejado diferentes impuestos sobre la producción. El régimen de regalías es el más común, así como el más efectivo para los estados, puesto que el aumento en los precios de los minerales repercute en una mayor recaudación fiscal. Dicho gravamen se cobra en casi todos los países del mundo, pero no existe en México, en donde únicamente se cobran cuotas simbólicas por las concesiones, cuyo precio irrisorio es de entre 5.7 y 124.7 pesos por hectárea. Otras cargas impositivas en los diferentes esquemas fiscales de los países incluyen el impuesto sobre la renta corporativa, aranceles en las importaciones y/o exportaciones, impuestos a las retenciones de utilidades e impuestos a los intereses de las utilidades. Las legislaciones varían de país en país, e influyen en la competitividad de los destinos para las inversiones.
Éste -el de la competitividad- ha sido el argumento defendido por las empresas mineras y las cámaras industriales que se oponen a las recientes reformas fiscales en la materia, las cuales no han tenido una buena acogida por parte de la iniciativa privada. La Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos sentenció que la propuesta en materia fiscal reducirá la competitividad del país y mencionó que podrían perderse hasta 100,000 empleos en la industria. A manera de contrapropuesta se pronuncian por reducir el impuesto a las utilidades del 7.5% al 3%. Por su parte, consorcios mineros importantes como Grupo México, Peñoles, entre otros, han amenazado con abandonar sus planes de inversiones en el país de aprobarse las nuevas reformas en materia fiscal.
Desde el mes de abril, la Cámara de Diputados aprobó con la mayoría de votos de las fracciones parlamentarias del PRI, PAN, PRD, PT, PVEM, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano, el cobro de un impuesto por concepto de derechos del 5% sobre las utilidades de los empresarios de la minería. Sólo el PAN votó en contra de este nuevo gravamen. En esta nueva reglamentación se estipulaba que de ese 5%, el 30% iría al Fondo Federal de Participaciones para los Estados, mientras que el restante 70% a los Estados y Municipios en los cuales se desarrolle la actividad minera. Sin embargo, la reforma hacendaria hizo ajustes posteriores que cambiaron el porcentaje a 50% para el Fondo Federal y 50% para los municipios mineros.
Las adecuaciones de la nueva legislación tras su debate en la Cámara de Senadores también ajustaron el cobro de un 7.5% sobre las ganancias de las empresas del ramo (en vez del 5%), y adicionalmente un 0.5% sobre los ingresos en la producción de metales preciosos como el oro, la plata y el platino. Asimismo, las reformas contemplan el cobro de derechos y un aumento en la tasa impositiva del 30% al 36%.
Conclusiones
Aunque los empresarios de la industria minera han expresado su inconformidad y señalado los peligros para la industria con las nuevas tasas impositivas, es importante considerar que el volumen de riqueza generado por esta industria no está siendo capitalizado de forma adecuada para el desarrollo del país, y específicamente para las regiones mineras, de las cuales proviene esta riqueza. La reforma fiscal constituye un primer paso, reconociendo la importancia económica del sector minero para el país e imponiendo cargas fiscales adecuadas, que contemplen en efecto, el riesgo y el capital invertido, pero que también sean acordes con las grandes ganancias que las empresas obtienen.
Además del tema fiscal es importante atender otros problemas que enfrenta la industria en México, entre ellos la precaria seguridad de los trabajadores, como se reveló en el accidente en la mina de Pasta de Conchos en el año 2006. Quedan pendientes una serie de reformas constitucionales como el acceso preferente de la industria minera sobre otras actividades y usos de suelo, lo cual vulnera en muchos casos los derechos de sus propietarios (Caso Cerro Gordo), modifica los patrones de vida de las comunidades originarias (Caso Wirikuta) o genera externalidades hacia el medio ambiente (Caso Sierra La Laguna).
Referencias:
Cámara de Diputados-Centro de Estudios de Finanzas Públicas. Impuestos en el sector minero. Un análisis teórico-práctico. Septiembre de 2008. Disponible en: http://www.cefp.gob.mx/intr/edocumentos/pdf/cefp/2008/cefp1092008.pdf
INEGI. La Minería en México 2012. Serie estadísticas sectoriales. 2012. Aguascalientes: INEGI. Disponible en: http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/integracion/sociodemografico/mineria/2012/mine-2012.pdf
Portal de ProMéxico. Disponible en: http://www.promexico.gob.mx/es_us/promexico/Mining
Ramírez Marín, Juan, Inexistente la seguridad industrial minera en México. Disponible en: http://comunicacionsocial.diputados.gob.mx/camara/2012/septiembre/revista/index.php?option=com_content&view=article&id=330&Itemid=242
http://contorno.org.mx/contorno/articulos/documento/887/la-importancia-economica-de-la-mineria-en-mexico-y-las-reformas-fiscales-para-la-industria