Redacción 30 Jun 2014 23:06:01
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![]() Julio César Nava de la Riva, delegado de la Semarnat. (Archivo)
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La industria minera está seriamente preocupada por la posibilidad de que el semidesierto zacatecano sea declarado reserva de la biósfera, lo cual significaría que no se puedan realizar más exploraciones ni explotaciones mineras.
En el Diario Oficial de la Federación se publicó que el estudio para la declaratoria está disponible para consulta. El delegado federal de la Semarnat, Julio César Nava de la Riva, aseguró que con la iniciativa para la declaratoria no se limitará la actividad minera o cualquier otra actividad en el desierto de Zacatecas, pues explicó que en caso de aprobarse la iniciativa, solo habrá mayor vigilancia en el cumplimiento de la reglas de operación para las mineras, pero que “serán las mismas que ya existen”. De acuerdo con el estudio previo justificativo para obtener la declaratoria, la propuesta para manejo del área divide la región en zonas núcleo y zonas de amortiguamiento; en las segundas, se precisa que la actividad minera se considerará como subzona de aprovechamiento especial, donde se incluyen las actividades mineras. En el documento se especifica que dichas superficies “deben ser explotadas sin deteriorar el ecosistema, modificar el paisaje de forma sustancial ni causar impactos ambientales irreversibles en los elementos naturales que conformen”. El director de la Unidad Académica de Ciencias de la Tierra de la UAZ, Rubén del Pozo, tiene una opinión diferente y afirma que la declaratoria cancelaría el desarrollo minero de Zacatecas. Explicó que declarar al semidesierto zacatecano como reserva de la biósfera prohibirá la exploración minera y detendrá la creación de nuevos proyectos, ya que los únicos que podrán continuar son los que ya están en operación. “Para nosotros la intención de hacer esta declaratoria fue una noticia que nos impactó y en una opinión profesional está muy mal porque Zacatecas es un estado minero con gran riqueza en el subsuelo”, precisó. La propuesta de manejo especifica que las áreas de recuperación serán “aquellas superficies en las que los recursos naturales han resultado severamente alterados o modificados, y que serán objeto de recuperación y rehabilitación, por lo que no deberán continuar las actividades que llevaron a dicha alteración”. El estudio también precisa que como zonas de recuperación se entenderán sitios de reintroducción del borrego y las minas abandonadas. Julio César Nava considera aseveró que son conscientes de la gran cantidad de empleos que genera la minería y de los pequeños productores que trabajan en el área, por lo que insistió en que “no los acotaremos, solo tendremos mayor control y mayor vigilancia; las reglas seguirán siendo las mismas”. Advirtió que dada la gran extensión de la zona, en ocasiones es difícil mantener una vigilancia correcta sobre todas las empresas que ahí operan, por lo que con este proyecto se aumentará la guardia para que se respeten las normas. Refirió que en el caso de los pequeños productores, para estos se pretende optimizar los trámites para sus proyectos e incluso se contempla apoyarlos con financiamientos para que realicen de mejor manera sus estudios y planeaciones y que obtengan mejores resultados. La especulación Precisó que estas opiniones negativas, que no están sustentadas, han sido generadas por personas que han acostumbrado operar por encima de la ley, por lo que temen ver sus intereses afectados: “si están haciendo las cosas bien, así van a seguir; si están haciendo las cosas mal, por eso generan estas ideas”. El funcionario federal explicó que el estudio que avala dicha iniciativa ya fue publicado en el Diario Oficial de la Federación y comentó que se tendrá un periodo de entre cuatro y seis meses para que se termine de sociabilizar entre ejidatarios y presidentes municipales para lograr un consenso y que la gente lo conozca y entienda. En el caso del sector minero, advirtió que aún se continúa sociabilizando entre los agremiados a este sector, aunque destacó que ya sostuvo una reunión con el presidente de la Cámara Mexicana de Minería (Camimex), Humberto Gutiérrez-Olvera Zubizarreta, quien también le había expresado su inquietud, pero afirmó que tras conocer la iniciativa quedó “satisfecho”. “Es una lástima que exista tanta insensibilidad en torno a este tema, es un proyecto noble que a todos nos va a beneficiar; además, es una deuda que tenemos con el medio ambiente”, sentenció Nava de la Riva. Cancelaría desarrollo “Estamos fincando gran parte del desarrollo económico de Zacatecas en la minería, pero la minería no es un negocio que se emprende de la noche a la mañana ni que cuesta cualquier cosa, entonces hacer esta declaratoria es darle un cerronazo al desarrollo de la minería en esa área”, destacó. “Los que están ahorita trabajando o haciendo exploración ya se salvaron, pero el área que cubren es mínima en comparación con los 2.7 millones de hectáreas que se quieres reservar”, explicó el académico. Asimismo, expresó que el semidesierto es propicio geológicamente para la localización de yacimientos, pero insistió en que hasta ahora muy poca de esa área esta explorada y no se sabe la cantidad ni la calidad del mineral que ahí existe. Agregó que la declaratoria está prácticamente por realizarse, mientras que los trabajos de exploración duran varios años y cuestan mucho dinero, por lo que tampoco habría modo de avanzar en la exploración antes de que se formalice la declaratoria. Del Pozo dijo que en los próximos días se tratará de llevar acabo un foro en el que participen expertos en la materia a fin de fundamentar una postura y darla a conocer a la Semarnat. (Con información de Melina González y Selene Lamas) |
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