Nada se sabe sobre el caso del cierre parcial minero de Baztán en Huetamo

por | Jul 21, 2014 | 0 Comentarios

 

Autoridades municipales reconocieron no estar enteradas de la situación que afecta a cerca de 300 mineros.
Presa de Jales El Risco, clausurada por Profepa en el Mineral de Baztán del Cobre.
Ángel Ramírez Ortuño
Lunes 21 de Julio de 2014
Huetamo, Michoacán.- A 27 días de que fuera clausurada de manera parcial la Presa de Jales El Risco, propiedad de la Compañía Minera El Baztán, SA, ningún tipo de información se logró obtener en la Sindicatura del Ayuntamiento de Huetamo, que encabeza Juan Carlos Mederos Sánchez, quien reconoció no estar enterado de esa situación que afecta a cerca de 300 mineros que trabajan en esa empresa que lleva 60 años en explotación y de la que dependen de manera económica cerca de mil habitantes de esa apartada comunidad municipal.

Todo empezó el pasado día 25 de junio, al momento en que 25 inspectores de la Procuraduría Federal de Protección del Medio Ambiente, Profepa, arribaron a esta remota comunidad minera del municipio de Huetamo acompañados de 25 elementos armados de la Policía Estatal de Michoacán y tras un riguroso recorrido y evaluar la situación que prevalecía en esa empresa frente a cualquier contingencia referente al medio ambiente y su entorno regional, decidieron clausurar de forma parcial esa única empresa minera que genera trabajo y desarrollo a este municipio.

En aquella ocasión atendía personalmente a la prensa de Huetamo de forma muy cortés el señor Raúl Vázquez López, subgerente de la compañía, quien mostraba su sorpresa ante la inesperada decisión de Profepa, al considerar que sólo habían detectado algunas fallas administrativas relacionadas con el funcionamiento y servicio de la Presa de Jales El Risco, misma que lleva muchos años en funciones sin que se afecte de manera alguna el medio ambiente, tal como lo mostraba a los visitantes.

Enseguida, Vázquez López mostró la parte alta de la mina desde donde se disfruta de una vista panorámica de la zona minera bañada por las corrientes del Río Bajo Tacámbaro, y sobre las faldas del campo minero sobrevolaban aves diversas y a ras de tierra se observaban cuiniques, iguanas y lagartijas, cuestión más que tal como lo afirmaba el minero de Guanajuato, no era posible creer que ese mineral estuviera afectando el hábitat natural de la montaña y menos la zona rural habitada de Baztán del Cobre.

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