Luego del desastre natural ocurrido en los ríos Sonora y Bacanuchi, donde fueron vertidos 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico de la mina Buenavista del Cobre, organizaciones civiles han alertado de una posible complicidad del gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, así como de las autoridades locales, con la minera Grupo México, propietaria de la planta.

“Hasta el momento las autoridades han mostrado una complicidad con Grupo México, dueño de la planta minera que ha causado la contaminación de la cuenca”, acusaron el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (Mapder) y la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), en un comunicado.

Tras 14 días del hecho, que ha afectado a por lo menos 22 mil personas en los municipios de Banamichi, Ures, Baviácora, Aconchi, San Felipe, Arizpe y la zona rural de Hermosillo, acusan que la presunta complicidad entre el mandatario estatal y los empresarios de Grupo México no es nueva, “pues los habitantes de la región conocen al menos otras cinco veces más en las que las presas de jales han tenido fugas, siendo ésta la más grave por la cantidad de químicos vertidos en el agua”.

Los activistas manifestaron que en las anteriores ocasiones, la firma minera ha ocultado información y no ha hecho planes para remediar los daños causados. Consideraron que la multa que le aplicaron a la minera “no es la adecuada” porque “no cubre los daños causados por la fuga del químico”.

Las afectaciones, manifestaron, “son un serio riesgo para la salud ambiental y humana de la región, al grado de que las autoridades han alertado a la población de los riesgos de usar el agua proveniente del río y sus afluentes”.

Al mismo tiempo, el gobierno sonorense prohibió el uso tanto de consumo humano, como para las actividades productivas en la región, sin embargo, Grupo México publicó en un desplegado que la solución de sulfato de cobre “no se trata de un desecho o residuo peligroso”.

En contraste, habitantes de los municipios aledaños al Río Sonora han denunciado que tras utilizar el agua del afluente han presentado lesiones en el rostro y en el cuerpo.

Es el caso de Luz Apodaca, mujer sonorense quien acusó que, previo a saber del derrame, utilizó agua del río para lavarse la cara lo que le causó quemaduras y ganglios inflamados en el rostro.

Al acudir al médico, dijo, la doctora que le atendió le aseguró que “para ella era la contaminación que traía el río, porque se veía que eran quemaduras de las sustancias que dijo que traía el río, nomás que no dijo qué sustancias traía ni qué nada, yo me agüité».

En este sentido, las agrupaciones Mapder y REMA afirmaron que este desastre se trata de “la punta del iceberg de la liberación de muchos otros químicos, entre ellos metales pesados como el hierro, cobre, cadmio, plomo, arsénico, todos ellos altamente dañinos para la salud ambiental y humana, que además son bioacumulables y biomagnificables, lo cual trae problemas a mediano y largo plazo”.

Eso, aclaran, significa una “clara la falta de responsabilidad de las empresas extractivas y la complicidad de las autoridades estatales y federales para con las poblaciones humanas y los ecosistemas”.

Las organizaciones hicieron un llamado para que el derrame “no quede como una simple multa económica a la empresa responsable, misma que no alcanza para remediar el daño causado, porque exigimos que las autoridades responsables y la empresa culpable cumplan con ciertas demandas básicas para poder restaurar el daño causado en los ecosistemas de la Cuenca, la salud de las comunidades humanas y la economía de la región”.

Para ello, enlistaron las acciones que buscan que Grupo México cumpla:

• Saneamiento de la cuenca para que el agua pueda volver a utilizarse en todas las actividades tanto humanas como ecosistémicas.
• Remediación y reparación de los daños ambientales, de salud y socio-económicos ocasionados por esta fuga de contaminantes.
• Monitoreo mensual hecho por Centros de Investigación serios, basados en la mejor ciencia por el menos cinco años para la detección de metales pesados y otros contaminantes
• Un plan de contingencia ambiental y de salud para posibles afectaciones a mediano y largo plazo
• Total transparencia y acceso público a las acciones que se lleven a cabo por parte de las autoridades y de la empresa.
• El cierre inmediato de la planta minera Buenavista por falta de responsabilidad.

¿Quién es Grupo México?

Buenavista del Cobre es una subsidiaria perteneciente a Grupo México, uno de los principales productores de cobre en el mundo que participa en las bolsas de valores de Estados Unidos y México, con operaciones en minas y plantas, y que fue reconocida en cuatro ocasiones como Empresa Socialmente Responsable, y forma parte del índice verde de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

La empresa aseguró que no había reportado un solo incidente de afectación ambiental desde que entró en operación, hace más de 23 años; en la actualidad, genera nueve mil empleos directos, produce y exporta 200 mil toneladas de cobre refinado y la derrama económica en la zona es de mil 004 millones de pesos mensuales.

Grupo México ha sido protagonista de tragedias en el país, ya que el grupo de Germán Larrea se ha visto envuelto en casos como el de Pasta de Conchos, en febrero del 2006, donde 65 trabajadores mineros murieron en la mina ubicada en San Juan de Sabinas, en la región de Nueva Rosita, Coahuila.

Sin embargo, la empresa resultó ilesa del problema, pese a que las investigaciones realizadas revelaron que los empleados no contaban con el equipo necesario para su labor.

Este grupo industrial es el mismo que entró en negociaciones que quedaron a la vista con la tragedia en Coahuila, con el gobierno y el sindicato encabezado por Napoleón Gómez Urrutia y, según la indagatoria llevada a cabo por la Cámara de Diputados, en el suceso había responsabilidad del gobierno vía las Secretarías del Trabajo y de Economía, sin dejar de lado a esa firma.

Piden quitar concesión a minera

El grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, que coordina Manlio Fabio Beltrones, exhortó a la Secretaría de Economía a cancelarle la concesión a Grupo México para la operación de la mina Buenavista del Cobre, responsable de haber derramado 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre al río Sonora.

En voz del diputado Ricardo Fidel Pacheco Rodríguez, la bancada priísta señaló la gravedad de los daños ocasionados a la ecología y a la población en los 250 kilómetros del río Sonora.

«Dada la gravedad de los daños ocasionados, lo procedente es exigir a las autoridades competentes la suspensión y en su caso la cancelación de trabajos de minería realizados por esta corporación, petición que se encuentra suficientemente sustentada jurídicamente en las leyes de Aguas Nacionales, Minería, de Equilibrio Ecológico y de Protección al Medio Ambiente. El ecocidio cometido por Grupo México deberá traer aparejadas consecuencias penales», dijo Pacheco en la tribuna.

maod

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