11 septiembre del 2014
A LAS Y LOS PUEBLOS EN RESISTENCIA DEL ESTADO DE COLIMA
Y EN CONTRA EL MODELO EXTRACTIVO MINERO
El día de ayer leímos con atención su comunicado de prensa en el cual nuevamente hacen énfasis en toda una gama de irregularidades por parte de varias instancias del gobierno federal y estatal, así como de los gobiernos municipales, quienes continúan dando todo su apoyo para que empresarios mineros prolonguen su insaciable apetito por el saqueo de tierras, territorio y bienes naturales de los colimenses, lo cual pone en grave situación de riesgos de salud y de daños al medio ambiente, tal como recientemente ha sucedido en varias partes del mundo, en donde los desastres ambientales ocasionados por las empresas mineras han sido descomunales.
Entendemos perfectamente los reclamos y peticiones que hacen para la clase política gobernante, porque son los mismos que en todo el país les hacemos los grupos y pueblos en resistencia contra la minería. Entendemos que la omisión, la corrupción, el entreguismo y la ignorancia son parte fundamental de las y los funcionarios de cada una de las dependencias que están de una u otra manera situadas en la mira de los empresarios mineros.
Ya no nos sorprende que los operadores de la instancia agraria, creada para la defensa de los pueblos rurales, campesinos e indígenas de México, sea copartícipe de esta gran escalada de violación a los derechos colectivos e individuales, porque en cada rincón del país, cada directivo agrario hace exactamente lo mismo; defiende a las empresas y niega su defensa a los pueblos, aun y a pesar de que esa es su única responsabilidad.
Sobre Semarnat y Profepa no tenemos mucho que decir, salvo que son una verdadera vergüenza para los mexicanos; incapaces, corruptos, lacayos de intereses transnacionales capaces de meter a un ciudadano mexicano a la cárcel por cortar leña, pero incapaces de siquiera hacer un extrañamiento a quien arroja a los ríos y aguas subterráneas miles y miles de metros cúbicos de ácido sulfúrico o de cianuro de sodio, así como la contaminación del agua, aire y suelo con metales pesados que son tóxicos tanto para la salud de las personas, como para la flora y la fauna de los ecosistemas.
De los habitantes que están a favor de las empresas y quienes son manipulados a partir de la falsa información sobre la minería que es promovida por políticos y funcionarios del gobierno local, a ellos les decimos que son millones los habitantes en toda Latinoamérica que están viviendo la desgracia de haber permitido la entrada a sus tierras a las empresas mineras. Los daños a la salud y al ambiente son irreparables y la omisión para resarcir los daños por parte de estas son impresionantemente descarados.
De los empresarios nacionales y extranjeros, tampoco no hay mucho que señalar, diferente a lo que y ustedes ya conocen. Son insaciables, tipos enfermos de riqueza y de poder, no tienen principios, ni ética, ni moral, ni colectividad, ni solidaridad, a pesar de que así mismos se entreguen premios de responsabilidad social corporativa. En resumen son tipos vacíos del alma, capaces de encerrar en acuarios gigantes a los peces marinos como hace un tal Slim dueño de la empresa minera Frisco quien a su vez amenaza la vida de las comunidades en el estado de Puebla, o tal como hace un tal Larrea quien saca todo lo que puede de las entrañas de la tierra, menos a sus trabajadores sepultados en la mina de Pasta de Conchos. Estos son los gloriosos empresarios nacionales, empresarios enfermos que se sienten dueños de todo porque creen que todo se puede comprar, pero ustedes, como otros pueblos en resistencia somos una muestra de que ello no es totalmente cierto.
En REMA celebramos el gran crecimiento que han tenido entre ejidos y pueblos de Colima. Estamos consientes de que su lucha organizada y pacífica en contra de la minería es un ejemplo para muchos de nosotros en México.
Seguiremos pendientes de cada una de las acciones que realicen, así como manifestamos nuestro total apoyo y solidaridad a la lucha que enfrentan.
Exigimos a los gobiernos resguardar la integridad de cada uno de las y los compañeros que están en resistencia en Colima, lo cual incluye a cada uno de las y los integrantes de dos grupos que pertenecen a REMA; Bios Iguana y Zacualpan. No obstante, sabiendo de antemano que nuestra exigencia al gobierno es de oídos sordos, les solicitamos sean ustedes mismos quienes se cuiden y protejan de posibles agresiones y no caigan en provocaciones que faciliten los procesos de criminalización de los cuales son objeto.
Responsabilizamos a los tres niveles de gobierno por la violencia que se desate contra los pueblos indígenas de Colima y las organizaciones miembros de REMA. Así mismo responsabilizamos al Consorcio Minero Benito Juárez Peña Colorada de cualquier daño que pueda sufrir nuestro compañero Felix Monroy Rutilo o su familia, a quienes damos todo nuestro apoyo y solidaridad.
Reciban un abrazo fraterno y solidario de cada uno de los integrantes de REMA
POR CADA VEZ MÁS TERRITORIOS LIBRES DE MINERÍA