LA NATIVIDAD, Oax.- En esta comunidad zapoteca, de no más de 600 habitantes, la fiebre por el oro aún no termina. Como gambusinos, no menos de 30 familias aún se dedican, como en los viejos tiempos, a buscar este preciado mineral en el río que cruza la zona y en las vetas halladas en sus patios.

Los gambusinos, buscadores de minerales y mineros en pequeña escala, preservan este viejo oficio ante la necesidad de obtener ingresos y debido a la falta de empleos.

Algunos trabajaron en la Minera Natividad por años y, con la experiencia obtenida, decidieron explotar por cuenta propia el mineral que yace en el suelo.

El producto obtenido era vendido a terceros, sin embargo, pronto se dieron cuenta que elaborando sus propias piezas de joyería podrían obtener mejores ingresos.

Hoy, seis artesanos –tres mujeres y tres hombres–, se han agrupado en la organización «Orfebres Unidos» que busca transformar el oro, –obtenido a través de la extracción directa del río o comprándolo a terceras personas– en joyería artesanal.

«Toda esta zona es minera, en el río o a flor de tierra se puede encontrar plata y oro», añaden los pobladores.

IMPULSAN ORFEBRERÍA ARTESANAL

Crecencio Martínez Santiago trabaja un pequeño taller en el corazón de Cuilapam. Es un cuarto de ventanas azules de no más de 30 metros cuadrados. Él es uno de los seis integrantes de esta recién conformada organización.

Su ventana es un mirador desde donde se observa parte del pequeño pueblo, las montañas y los árboles de encino, pino y eucalipto. Del otro lado está la calle, estrecha, como la mayoría de Natividad.

«Aquí el pueblo se formó a fuerzas, por eso está construido sobre las montañas», asegura Andrés, otro de los compañeros de Crecencio e integrante de «Orfebres Unidos». Acá los predios tampoco sirven para la siembra.

Crecencio saca de su mochila una caja con su tesoro y la coloca sobre la mesa de madera donde también tiene sus herramientas de trabajo.

Se trata de cadenas, anillos, aretes, dijes y pulseras que ha elaborado de manera artesanal. Todas las piezas fueron talladas de forma rudimentaria, sin maquinaria especializada y utilizando moldes de hule, piedras o cera para vaciado.

Para los artesanos resulta todo un ritual convertir el oro en joyas, por ejemplo, en un anillo. «Lo difícil es darle forma, utilizamos moldes de cera para el vaciado», indica.

TRABAJO ARTESANAL

Andrés Taurino Jiménez Ángeles se introdujo desde los 12 años en la orfebrería gracias a su padre, quien trabajó en la mina

Andrés nunca laboró ahí, pero estudió la explotación minera «Me he dedicado a la búsqueda de yacimientos, de vetas como la empresa «, comenta.

El propósito de la organización es impulsar el trabajo artesanal de los pobladores a precios justos, añade.

Andrés reconoce que su trabajo es un poco más costoso que el ofrecido en ell del mercado en la ciudad. La diferencia radica en el uso de maquinaria sofisticada.

«Aquí cada quien tiene sus clientes, sin embargo, no podemos competir o salir a la ciudad de Oaxaca con nuestras piezas, pues la mayoría lo rechazaría por el hecho del costo del material y la elaboración», indica.

«Los conocedores y expertos son los que sacan más de dos gramos al día y logran mantener hasta 600 pesos al día, pero la gran mayoría va por un gramito o menos, es decir, casi 200 pesos. Ese es el trabajo del gambusino», explica.

ACTIVISMO Y CONTAMINACIÓN

-¿Qué opinas de la contaminación derivada de la minería, de las acusaciones de activistas anti-minas?

-Es muy controversial. Natividad nace por la actividad minera, de cierta manera para el trabajo se utiliza material que es de cuidado, que tiene cierto grado de toxicidad, sin embargo, hemos podido innovar, utilizar algunos líquidos o sustancias biodegradables. La minería, si no se lleva un control, crea un daño terrible.

-¿Y ustedes?

-Si no llevamos un control y un cuidado, no estaríamos tan bien de salud. La empresa minera creó un sistema excesivo de contaminación, pero es curioso porque el ser humano se ha adaptado. Aquí vive mucha gente que se dedicó a la minería y tiene más de 80 años y están bien, tampoco vemos malformaciones o cosas así.

GAMBUSINOS

A los gambusinos se les ve a las orillas del río, colando la arena con canaletas de madera y cobijas de lana, laboran de siete a cinco de la tarde.

No tienen un sueldo fijo, se emplean de manera informal. Su ganancia depende de los gramos de mineral que logren separar. Al día logran reunir un gramo de oro. Sobre la orilla del río Natividad es común observar ropa vieja colgada en las ramas de los árboles, cubetas de agua y estructuras de madera, le pertenecen a los buscadores, quienes han hecho de éste afluente su lugar de trabajo.

Don Eloy ha sido gambusino. Su trabajo consiste en colar la arena a través de una canaleta. En ésta se mantiene los residuos sólidos, en este caso el oro.

Tras acumular una cantidad, es separada con mercurio, para posteriormente ser fundida y entregada en forma de bolita a los compradores. Cuando bien le va, logra sacar un gramo de oro diario, cuando no, sólo tres o cuatro gramos por semana.

CONTAMINACIÓN, ACUSA CAPULÁLPAM

Capulálpam de Méndez, pueblo vecino de Natividad ha denunciado en muchas ocasiones que, a pesar de haber sido suspendidos los trabajos de explotación, la minera sigue contaminando.

En 2012, autoridades comunales y municipales afirmaron a NOTICIAS, Voz e Imagen de Oaxaca que en menos de dos décadas se habían extinguido 13 manantiales que abastecían de agua a esta comunidad de la Sierra Juárez; los inconformes atribuían el problema a los trabajos que realiza la Minera Natividad propiedad de la empresa canadiense ““Continuum Resources”.

TESTIMONIO DE UN MINERO

LA NATIVIDAD, IXTLÁN, Oax.- «Me mandaron al nivel cuatro, un lugar que le dicen El Infierno, una zona muy caliente, sientes mucho bochorno, sudas mucho; me enviaron ahí para ver si aguantaba», dice Crecenciano Martínez Santiago, ex minero.

Recargado sobre una pared del taller recuerda sus años en la minería: «en el interior hay lugares frescos, pero también están los calientes. El trabajo es duro y peligroso».

Permaneció medio año en el nivel cuatro, al principio el calor lo desgastaba a tal grado que, «ya no aguantaba más».

Tras ese lapso fue transferido al Nivel 1 de la Zona Norte de la Minera Natividad, un área mucho más fresca.

Durante 14 años le tocó trabajar en cada uno de los tres turnos establecidos: de siete a 15 horas, de 15 a 23 horas, y de 23 a siete. Todas las mañanas, a primera hora, recogía un paquete con dinamita y mexamón: «el gasto», como lo denominaban los mineros. Percibía un suelo de mil 600 semanales como perforador.

Fue testigo de varios accidentes, entre ellos, el que derivó en la muerte de uno de sus compañeros. «Yo llegaba a pensar, híjole, ojalá hoy no me toque. Pero llegó el día en que me quebré el pie, fue con una piedra pegadura, pero afortunadamente sólo fue eso», indica, desestimando el accidente.

–La minera Natividad suspendió sus trabajos en el año 2006

— Registró actividad minera aproximadamente durante 235 años y descubrió mineral hace más de 430 años.