
En la mente de don Raúl Villasana aún retumban las palabras de aquel 19 de febrero: «Ya pararon todo. No los van a sacar».
México.- Está por cumplirse un año más de una de las tragedias mineras que han marcado a la sociedad mexicana: El 19 de febrero de 2006, tras una explosión, quedaron atrapados 65 trabajadores de la mina Pasta de Conchos, en San Juan de Sabinas, región de Nueva Rosita de Coahuila.
Y mientras el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos dijo en su momento que estaban a 490 metros, dentro de un túnel horizontal de 1.6 kilómetros de largo, el Grupo México, la más grande compañía minera del país, encargada de la operación en la mina, señaló que los cuerpos quedaron a 150 metros bajo tierra, de los que extrajeron dos en diferentes fechas.
Pero restan 63 de los que familiares reclaman su extracción y a 9 años de esa tragedia, denuncian que los expresidentes Vicente Fox, Felipe Calderón, y el actual Enrique Peña Nieto no han tenido voluntad para rescatar los cuerpos de los mineros.
«Ya pararon todo. No los van a sacar»
En la mente de don Raúl Villasana, de 68 años de edad, aún retumban las palabras de desesperanza e indignación cuando uno de los jóvenes que ayudaban en el rescate le habló con la verdad: «Ya pararon todo. No los van a sacar».
Su hijo trabajaba en la mina cuando explotó. El joven laboraba con un contratista, no como un empleado de la empresa, un sistema muy utilizado por la multinacional del magnate Germán Larrea Mota-Velasco para ahorrarse dinero.
En entrevista con La Jornada, aún recuerda que hace 9 años las madres y esposas de los 63 mineros no pudieron creer semejante bajeza de rescatar a los mineros.
No obstante, fueron testigos de cómo el Gobierno respaldó a Grupo México, cuando el secretario del Trabajo en ese entonces, el panista Javier Lozano Alarcón, dijo a la opinión pública que según los peritajes, pagados por la propia empresa, «el rescate es peligroso, porque el agua en la mina puede estar contaminada de VIH, hepatitis, tubercolosis y otros patógenos que pueden afectar a los rescatistas, éstos a sus familias y las familias a poblaciones enteras».
Pero las familias inconformes, buscaron sus propios peritajes, en donde se decía que se podía perfectamente rescatar a los mineros, pero la empresa y el gobierno guardaron silencio.
Sanjuana Martínez destaca en su nota que Cristina Auerbach Benavides, directora de la organización Familia Pasta de Conchos, señala que para los familiares de los mineros recuperar sus restos sigue siendo una prioridad, un derecho humano que debe ser respetado.
Pese a la magnitud del suceso, ni Grupo México ni el gobierno han querido recibir a las familias de las víctimas.
«Han pasado tres administraciones: Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto no nos han recibido. No importa si gobierna el PAN o el PRI, a nosotros ni siquiera nos reciben», lamentan.
«Durante estos nueve años, la tragedia ha marcado a las familias de los 63 mineros. Suicidios, enfermedades, adicciones y muertes han pasado por su camino de lucha y resistencia.»
El magnate Larrea
Pese a que Grupo México se ha convertido en sinónimo de muerte y destrucción, su propietario, Germán Larrea Mota-Velasco, es el segundo hombre más rico de México, y fue colocado en el lugar 58 de los hombres más adinerados del planeta, en la lista que cada año publica la revista Forbes, que en 2014 estimó en 16 mil 100 millones de dólares la fortuna del magnate.
Leer: Grupo México abandonó Fideicomiso Río Sonora, denuncian alcaldes de municipios afectados
Afectados por derrame en río Sonora demandan a Grupo México
Pero el México y el extranjero, las operaciones de Larrea han sido denunciadas por víctimas, defensores de derechos humanos y organizaciones laborales, a quienes han dado la razón organismos como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Con información de Proceso
http://www.sdpnoticias.com/nacional/2015/02/08/fox-calderon-y-pena-sin-voluntad-para-rescatar-cuerpos-de-mineros-de-pasta-de-conchos-familiares