Los sacerdotes, Gerardo Evaristo Favela Ruiz y Juan Andrés Ávila, oficiaron la misa de réquiem para recordar a todos los trabajadores que perdieron la vida durante la explosión aquel 31 de marzo de 1969 y para pedir por el eterno descanso de sus almas.
Ante autoridades municipales, deudos, comunidad en general y representantes de las distintas secciones mineras de Coahuila y la Sección 71 de La Perla, Chihuahua, se realizó la misa, mientras que eran colocadas todas y cada una de las ofrendas florales al pie del monumento al minero, en el que durante la celebración de la homilía, los deudos hicieron la primera guardia.
Se guardó un minuto de silencio, se realizaron las guardias de honor por parte de autoridades municipales, seguidos por todos y cada uno de los comités locales de los sindicatos mineros presentes y una alumna de la escuela secundaria de la localidad, participó con la poesía Luces Negras.