Ciudad de México, 13 d abril (SinEmbargo).– Rob McEwen, director de la minera canandiense McEwen Mining, emitió una carta donde aclara que en ningún momento ni él, ni ninguna otra persona de la empresa han tenido contacto regular o alguna relación con miembros de los cárteles en el estado de Sinaloa, como lo afirmó en una entrevista para Business News Network la semana pasada.
Este día, McEwen dijo que su respuesta a la pregunta si la mina El Gallo está en una parte peligrosa de México se malinterpretó. Dijo que usó las palabras “buena relación” pero él se refería a los pobladores de la zona con quienes tienen lazos porque tienen propiedades que “queremos explorar”.
“Desafortunadamente, mi uso de las palabras ‘buena relación’ estaba descuidado y ha creado la falsa impresión de que tenemos un contacto regular con los criminales. Esto simplemente no es verdad. Deseo disculparme por cualquier malentendido que mis palabras hayan ocasionado”, mencionó McEwen.
La semana pasada McEwen dijo que para operar en México lleva una “buena relación” con los grupos del narcotráfico en Sinaloa, quienes dan los permisos a las compañías para saber cuando pueden operar.
“Los cárteles están ahí. Generalmente tenemos una buena relación con ellos. Si queremos ir a explorar a algún lado, les preguntamos, y te dicen: no, pero regresen en un par de semanas después, cuando terminemos lo que estamos haciendo”, dijo McEwen, que agregó que la zona está tomada por operaciones temporales para transporte y cosecha de droga.
El director fue invitado para explicar cómo las circunstancias de la violencia en México afectan a la empresa, como sucedió el martes pasado con el robo de 198 kilos de oro en la sede “El Gallo 1”, en el municipio de Mocorito.
Según las palabras del propio McEwen, ocho personas fuertemente armadas y con los rostros tapados se infiltraron en las instalaciones y tuvieron que pasar cuatro puertas con candados y protegidas con un sistema de tarjetas de seguridad.
“Ellos consiguieron a todas las personas con todas las llaves para abrir las puertas”, dijo McEwen.
Se estableció que las personas llegaron por las inmediaciones del poblado El Nacimiento, donde entraron al terreno de la Mina hasta llegar a donde estaba la refinería y la bóveda, luego sometieron a los 10 empleados que se encontraban el lugar.
Por otra parte, según la versión policial los intrusos lograron su cometido gracias a que encontraron acceso libre a la bóveda porque estaba abierta. En el acto se apoderaron de contenedores de 600 y 900 kilos de metal, concentrado de aurífero, que contenía aproximadamente 7 mil onzas de oro, plata y cobre.
El material habría sido vaciado en tambos que llevaban en las camionetas, un Jeep Cherokee, de color negro, y una camioneta Mitsubishi.
El costo de este material estaría valorado en 8.4 millones de dólares, o lo que es igual a un mes de producción de la planta minera. Sin embargo, McEwen dijo en entrevista que los sujetos aún necesitarían fundir el metal para poder extraer el oro y demás metales de valor.
Finalmente, hoy, McEwen dijo que reconoce y agradece a los gobiernos de México, tanto estatales como el federal por su respuesta inmediata al robo. “Vamos a seguir cooperando con ellos plenamente”.