Durango es uno de los estados con más casos de acoso criminal contra empresas mineras, junto a Guerrero, Michoacán y Zacatecas, afirmó Mario Cantú, coordinador general de Minería de la Secretaría de Economía.

«Hay ciertas zonas como Guerrero, Michoacán, Zacatecas y Durango, donde ha habido robo de concentrados o cobro de derechos de piso», dijo el funcionario al participar en el Mexico Mining Forum que se realiza en la Ciudad de México.

Para enfrentar la situación de inseguridad que padece la industria minera, Cantú anunció que gobierno federal integrará un grupo especial de vigilancia, dentro del cuerpo de la Gendarmería, además de la mesa de trabajo que ya opera entre autoridades y empresas.

El funcionario detalló que desde la semana pasada hay instalada una mesa de trabajo, en la que participan la Secretaria de Economía, Cámara Minera de México (Camimex), la Cámara Nacional de Hierro y el Acero (Canacero) y Cámara Comercial Canadiense (Cancham) para atender las necesidades de la industria y no afectar las inversiones.

«El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, está atendiendo personalmente esta situación con las autoridades competentes», dijo.

Además del robo de 7 mil onzas de oro en la mina El Gallo 1, en Sinaloa, propiedad de McEwen Mining, la autoridad informó que entre enero y febrero ocurrió el secuestro de 20 mineros en Guerrero, de los cuales cuatro aparecieron muertos.

«Nosotros nos reunimos constantemente con las empresas y es ahí donde nos enteramos de los incidentes», dijo el Cantú, quien aprovechó el foro para pedir a las mineras que denuncien si son víctima del crimen.

En su oportunidad la presidenta de Minería de la Cancham, Rosalind Wilson, afirmó que los mineros de su país tienen confianza en las autoridades mexicanas, pero exigen seguridad para invertir en México.

«Estamos trabajando con el gobierno federal, pero debemos atender esos temas que dañan la inversión», destacó.

Wilson aseguró que los costos de las empresas canadienses aumentan por el gasto en protección de sus minas y cada vez que el crimen organizado o algún otro grupo cierra carreteras.