
■ Uno de los acuerdos para hacer las obras fue tener garantías de protección, y no se ha cumplido, dice
Raymundo Ruiz Avilés ( )
Taxco, 30 de enero. En la represa de jales mineros en la comunidad de El Fraile, hay obreros contratados por la compañía Grupo México (GM) para el retiro de los contaminantes “sin las mínimas medidas” de seguridad e higiene, respirando el jale y están en contacto directo con el material contaminado, denunció el presidente del comité de huelga de la sección 17 de mineros de Taxco, Esteban Estrada Lara.
Desde hace tiempo en este montículo de desecho, la empresa extractora contrató a una compañía para realizar el proyecto de remoción ambiental, sin embargo dijo “hemos visto que quienes están haciendo los trabajos no están protegidos”.
Señaló que uno de los acuerdos con GM para hacer las obras fue que cada obrero tuviera “las garantías de seguridad y vemos que no se ha cumplido; tendremos una reunión la siguiente semana para ver esa situación porque están exponiendo al personal al no otorgarles la seguridad correspondiente”.
Estrada Lara dijo que esta parte de la inseguridad fue constatada por los expertos ambientalistas, funcionarios estatales de Semaren y locales, así como por el núcleo del Concejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable de Taxco que el viernes estuvieron inspeccionando la obra.
Expresó que es “una muestra de que GM incumple con las medidas de seguridad e higiene, y ahí se ve, porque los trabajadores sólo portan casco y nada que les cubra las manos y ni la cara; están en contacto directo con el material contaminado”.
Externó que el tema de la seguridad e higiene fue uno de los puntos por los que “nos fuimos a huelga al incumplir y nos darnos las herramientas y el equipo necesario para trabajar”.
En banco de desechos mineros, varios trabajadores sólo portan botas, un casco y un chaleco para remover el jale. A diario están en contacto directo con los desechos.
El trabajo que desarrollan es directamente con el material minero. Para cavar además de que utilizan maquinaria pesada, lo hacen con picos y palas, y sin guantes ni cubre bocas. Un paliacate sujetado al cuello para cubrir la nariz y boca les sirve como mascarilla para evitar respirar el polvo y la contaminación.
Al aire libre, los obreros respiran el polvo que hay en el territorio mayormente cuando se concentran en la profundidad de la cavidad y más de uno, hace sus comidas en medio de la contaminación y el desecho de los jales.
Hasta el momento se construyó en la base de la represa una pileta de la cual hay escurrimiento de agua. Mientras que en la plataforma de la punta del cerro, hay trazos del área y se ha hecho la remoción del material minero, además de que se cava para construir un canal que permita que el agua no tenga contacto con los jales mineros.
En una parte, han colocado concreto para hacer una cuneta y de ahí, hay otras obras que todavía siguen para combatir la contaminación ambiental.
A lo lejos montones de tierra de desecho minero esperan que sean transportadas a otro lugar.
En la punta de la represa se amplió el camino y varios obreros desarrollan sus labores en el proyecto para resarcir los daños.