¿Qué hace una mujer desafiando al poder? Muchas personas se preguntaron esto cuando vieron la imagen de una joven acorralada por decenas de policías. ¿Quién es esa mujer? Cuestionan ante el hecho de que alguien se atreva a levantar la voz en este desierto. ¿Qué mueve a esa mujer? La gente se preguntaba impresionada el domingo 14 de octubre, día en que Grecia Eugenia Rodríguez Navarro irrumpió en la escena pública de esta tierra, donde a los ojos del gobierno no pasa nada, pero que en el pellejo de muchas personas nos pasa de todo. Trastocó nuestra calma para informarnos con su cuerpo expuesto ante la fuerza policial, que hay un megaproyecto en puerta llamado Presa Milpillas, en el ejido el Potrero, que esa presa va a arrasar con el territorio de varias comunidades, que de la forma de vida de esta gente no va a quedar nada, que hay seis mil millones de jugoso botín en la primera etapa de construcción, que en un Estado donde no hay alternativas de desarrollo con inclusión y respeto a las comunidades y a la naturaleza, hay quienes están dispuestos a todo por defender estos megaproyectos que se convierten en dinero de pocos y desgracia de muchos. Hubo personas que se sospecharon, sospechan de Grecia, incluso comenzaron a relacionarla con opositores electorales al gobierno de Tello, hubo quien, al no poder explicarse tanto arrojo y valor, la llamó mercenaria. Cuando vivimos en la ignorancia de lo que pasa en nuestro entorno, tendemos a descalificar para encontrar una salida fácil. Y es que pocos han contado, pocos han investigado que Grecia tiene años acompañando la organización de comunidades campesinas en el estado que quieren alzar la voz en contra de la destrucción de sus comunidades por proyectos mineros o megaproyectos como la Presa de Milpillas. Está joven pertenece a la Red Mexicana de Afectados por la Minería, mejor conocida como REMA. Esta organización está conformada por defensoras y defensores de derechos humanos en todo el país, tienen presencia en los estados con mayores conflictos sociales por proyectos extractivistas y trabajan, siempre, del lado de la gente afectada sin un deseo de lucro. Una cosa nos debe quedar clara, de la defensa real de los derechos humanos nadie se hace rico, por el contrario, sobran enemigas y enemigos poderosos que con todo gusto pueden desaparecer o asesinar a la persona incómoda, y no son suposiciones, es una realidad que vemos en México con frecuencia en asesinatos como el de de Miguel Vázquez, líder huichol defensor de tierras ancestrales o de Jesús Javier Ramos Arreola, líder en contra del nuevo aeropuerto. El riesgo para la compañera Grecia es real, el gobierno federal de Enrique Peña Nieto se ha distinguido por la represión a personas vinculadas con la defensa de los derechos humanos y tiene dos meses para sacar la mayor cantidad de megaproyectos cuyos contratos e intereses están con el actual grupo en el poder. Las organizaciones de derechos humanos esperan que el riesgo aumente de estas fechas hasta el primero de diciembre. La pregunta obligada es ¿qué pasará después? ¿cuál será la posición del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en temas relacionados al territorio y la dignidad de los pueblos? La respuesta es incierta, apenas vino a Zacatecas el pasado 7 de octubre y declaró públicamente que la Presa Milpillas será respaldada por su gobierno y se soltaron los demonios en Zacatecas. Inmediatamente comenzó la operación para dividir a la comunidad del Potrero y dar paso a la aprobación fast track del proyecto en asamblea del pasado domingo en la que la compañera Grecia y la comunidad fueron intimidados por la presencia de más de 100 policías. Los videos que circulan en redes dejan ver que Grecia fue acorralada y agredida, aunque dice la versión oficial que no fue represión, que hubo “enfrentamiento”. Una contra cien, así las cosas, en este desierto de verdades.