Sandra Suaste – 6 agosto, 2020
El olor a
azufre se percibió en el ambiente aquel día del derrame. Un toro bebió
agua y murió al instante. Los niños de la comunidad adquirieron daños en
la piel y elevados niveles de plomo en la sangre. Grupo México provocó
la devastación de las milpas; secaron los árboles. En el Río Sonora, el 6
de agosto de 2014, todo cambió.
Han pasado 6 años del desbordamiento provocado por la empresa minera,
que afectó a siete municipios: Arizpe, Banámichi, Huepac, San Felipe de
Jesús, Aconchi, Baviácora y Ures.
El Comité de Cuencas Río Sonora demanda atención, pues el gobierno de
Andrés Manuel López Obrador generó “altas expectativas sobre el caso”;
sin embargo, hasta el momento no han visto respuestas claras: “Cuando
las promesas incumplidas terminan en que sigamos consumiendo agua
contaminada, se está incurriendo en una violación de los derechos
humanos. Queremos acciones, no palabras. De discursos estamos cansados”,
afirman.

40,000 Metros cúbicos de ácido sulfatado de cobre se mezclaron con la cuenca
El Río Sonora nunca tuvo tonalidades rojizas, hasta aquel miércoles en que 40 mil metros cúbicos de ácido sulfatado de cobre se mezclaron con la cuenca. Hubo un tiempo en que fue cristalino y sin olor. El ganado podía beber. Los niños bañarse y los cultivos -con los que se alimentaba la población- crecían a un costado.

Desde
entonces, los afectados “no tienen ninguna certeza sobre la calidad del
agua que consumen”, denuncia el Proyecto sobre Organización, Desarrollo,
Educación e Investigación (PODER), en su informe “Río Sonora 6 años de
promesas incumplidas. Voces de los Comités de Cuenca”.
“Quién sabe si es el agua o la tierra contaminada. Ya no podemos
subsistir”, dice un habitante de Sonora. Su cabeza es cubierta por un
sombrero corto. Su camisa de cuadros deja ver algunas arrugas en su
piel. Antes del derrame cultivaba 40 hectáreas de calabaza, ahora, con
mucho esfuerzo, tan solo cultiva 6.
Raúl tiene ocho años de edad. Ya no soporta más los piquetes de agujas.
Pero son necesarios: “Dice el doctor que puedo tener problemas
neurológicos más adelante”. Sus papás se alertaron cuando las ampollas y
llagas aparecieron en su cuerpo. Es uno de los casos que documentó
PODER durante estos años.
+ 1,000 Personas afectadas
Los daños a
la salud son severos. El Gobierno Federal reconoció 381 casos como cifra
oficial. En diciembre de 2019, el Insabi reveló que hay más de mil
personas enfermas.
Fuente: PODER
Leyes mexicanas perversas
«Hay leyes hechas en términos perversos, porque le dan fuerza a las mineras para protegerse cuando cometen actos que ante los ojos de todos están mal, como la contaminación», afirma un integrante de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA).

El 29 de
Octubre de 2014, Grupo México entregó a la Procuraduría Federal de
Protección al Ambiente (PROFEPA) delegación Sonora, el Estudio de
Caracterización para evaluar el daño que causó el incidente. La empresa
reconoció que se detectaron hasta 34.78 miligramos por litro de cobre,
este volumen rebasa los límites establecidos para que el agua no dañe la
salud de la población.
Los niveles detectados en el río superaron lo dictaminado en la ley. 17
veces más en el caso del cobre. El aluminio lo superó 30 veces, según
una medida, conocida como Norma Oficial Mexicana 127-SSA1-1994, que
establece que el agua apta para el uso agrícola y humano, no debe
rebasar estos parámetros.
Contaminación del rio
(Miligramos de cobre por litro de agua)
34.78
Miligramos por litro
Contaminación del Rio Sonora
2
Miligramos por litro
Maximo permitido para
consumo humano y Uso agricola
Otra promesa incumplida
La PROFEPA multó a Grupo México con 23 millones 565 mil 938 pesos. Como parte de una campaña de limpieza de imagen, Grupo México creó un fideicomiso por 2 mil millones de pesos. La promesa fue que se construirían hospitales para atender a los enfermos. La única construcción destinada a la salud, se quedó en obra negra por años.

El 11 de
noviembre de 2019, Grupo México, a cargo de Germán Larrea Mota Velasco,
le otorgó a la Guardia Nacional el inmueble destinado para la clínica,
al menos durante los siguientes 20 años. Ahí nunca hubo atención para
los habitantes, denuncian.
«Nos sentimos traicionados, porque esperábamos una respuesta diferente
después de la visita que hicieron las nuevas autoridades de la SEMARNAT y
la PROFEPA» dijo el movimiento Comités de Cuenca Río Sonora, a través
de un comunicado emitido en sus redes sociales, luego de enterarse de
esta noticia.
La atención médica es básica para determinar el nivel de daño en el
ecosistema. Se sigue esperando un análisis confiable. Han pasado 6 años
pero no ha llegado nadie a realizarlos, son costosos.
El Río Sonora nunca fue rojizo
Raúl, el niño que tiene llagas en la piel, sabe que el río se pintó de rojo una mañana. No lo recuerda porque tenía 2 años de edad, pero sabe que desde que llegó «la cochinada naranja» conocida técnicamente como acidulado de cobre, su calidad de vida se alteró.

Una semana
después del derrame, Grupo México vació 14 toneladas de cal sobre el Río
Sonora, para neutralizar el PH ácido generado por el incidente. La
tonalidad rojiza disminuyó, el ácido del agua bajó a 2.2, pero el río
nunca volverá a ser cristalino. El agua no será la misma. Los metales
pesados y otros compuestos se quedaron en los lodos que se forman al
fondo del agua, conocidos como sedimentos, ahí, vivirán miles de años.
En Sonora, antes de 2014, las personas podrían beber de los pozos, se
bañaban en los ríos. Comían pescado o vaca de su localidad. Sus pies
descansaban sobre la tierra fangosa que se forma naturalmente bajo el
agua. Al seguir su vida normal, iban adquiriendo algo ajeno a su cuerpo.
Cada día un poco más de cobre o arsénico acumulado en sus órganos.
Héctor Vega
Deloya, investigador de la Universidad de Sonora, piensa que es
necesario regular de manera estricta la presencia de metales pesados en
el agua para consumo humano y de cualquier tipo de vida, como animales y
plantas. Lo más preocupante es la alteración del ecosistema y el daño
irreversible que el derrame ocasionó. «No se pensó en medidas para la no
repetición, la mina sigue operando y está triplicando su producción».
A escala regional o global, el sistema extractivo en Buena Vista del
Cobre es depredador, contaminante, viola derechos humanos, no asume
responsabilidades ambientales completas y genera mucha corrupción,
critica el doctor.
En el Río Sonora el 6 de agosto todo cambió: Un olor a azufre se
percibió en el ambiente. Un toro bebió agua y murió al instante. Los
niños de la comunidad adquirieron daños en la piel y elevados niveles de
plomo en la sangre. Los árboles se secaron.

Grupo México provocó la devastación: Un derrame de 40 mil litros de ácido sulfatado, 7 municipios, 22 mil personas afectadas, 9 sustancias letales, una clínica inconclusa, 3 procesos administrativos, una multa de 23 millones de pesos y un caso en total impunidad.
REGENERACIÓN RADIO | AGOSTO DEL 2020 | 6 AÑOS DEL DERRAME: IMPUNIDAD Y PROMESAS INCUMPLIDAS EN RÍO SONORA
Reportaje: Sandra Suaste Ávila | Diseño: Luis Suaste Ávila | Fotografías: PODER