
Carlos Díaz Vázquez
LAS PALABRAS de esta mujer de cabello entrecano denota alegría, pero también un coraje de lucha.
-Me llamo Amada García Niño. Soy de Acacoyagua y venimos del Frente Popular en Defensa del Soconusco a recibir un reconocimiento.
Las palabras de esta mujer de cabello entrecano denota alegría, pero también un coraje de lucha, el mismo que tuvo junto con cientos de mujeres de su municipio para que empresas mineras, que carcomían sus cerros y contaminaban sus ríos, abandonaran definitivamente su municipio.
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Fue más de una década de constante batalla contra las empresas extractivistas, pero en esos años, asegura Amada, su municipio se transformó, pero no para bien, sino que el rostro que tomó Acacoyagua fue de enfermedades, muerte y una contaminación extrema de sus ríos y arroyos.
Ella permanece sentada dentro de una pequeña sala de reuniones. En sus brazos sostiene un cuadro con una pintura del rostro de Mariano Abarca, luchador social y medioambientalista asesinado en noviembre de 2009 por defender su municipios de la devastación que provocaba la extracción de barita.
Enfermera de profesión, ya jubilada, asegura que la extracción de Titanio en su municipio es la única razón por la que constantemente mujeres, hombres y niños enfermaban y morían de diversos tipos de cáncer; incluso los ríos también mostraban esa devastación cuando aparecían miles de peces muertos.
-Semanalmente enterrabamos hasta 15 personas que habían muerto por cáncer; les decíamos a las autoridades “nos están matando” pero no nos hacían caso. Imagínese usted que en las estadísticas de muerte superamos a Tuxtla Gutiérrez, la ciudad más poblada del estado- se lamenta Amanda quien toma con más fuerza el cuadro de Mariano Abarca.
Amada, junto con 10 mujeres, espera a que el moderador llame a las y los integrantes del Frente para la Defensa del Soconusco a que pasen a recibir el reconocimiento “Mariano Abarca” que 32 organizaciones internacionales y nacionales en defensa del medio ambiente otorgan.
Por su mente pasan, uno a uno, los momentos de sufrimiento que mujeres, niños y hombres durante esos años de lucha pasaron. Recuerda los engaños y la represión y todo por defender sus cerros, ríos y arroyos.
Se prensa los labios de coraje -abraza más fuerte la imagen del luchador social asesinado por defender a su pueblo de la minería- cuando recuerda en la serie de engaño en las que cayeron. No puede creer todavía la ingenuidad que tuvieron al creer ciegamente en las autoridades de la delegación de Semarnat quienes les habían prometido una solución pronta; tan pronto, reclama Amada, que tuvo que pasar una década de lucha.
-Éramos inexpertas en la lucha por eso varias veces nos tomaron el pelo; hubo una ocasión en la que nos citaron a una reunión, pero antes de que nos atendieran las autoridades ya habían pactado con los mineros- En esa reunión, recuerda, estaban presentes funcionarios de la Semarnat, Secretaría de Salud, Profepa, y del ayuntamiento de Acacoyagua.
Eso les pareció una tomada de pelo y decidieron luchar a su manera, sacaron el carácter recio del costeño y optaron por bloquear los caminos que conducían a los puntos de extracción.
-No permitimos el acceso a esa zona, aunque eso nos costó persecución, pero logramos detener toda esa destrucción que estaban provocando por la extracción de Titanio-
Mientras luchaban por detener la extracción minera en la parte alta de Acacoyagua, en las comunidades ubicadas en la parte baja, se detectaban nuevos casos de cáncer y se registraban nuevas muertes por esa causa.
-Igual que en esta pandemia, de cinco a seis personas cada día, e incluso hasta hoy día se está muriendo la gente todavía. Fue una contaminación tan grande que no se daban cuenta las autoridades- asegura Amada.
Asegura que la contaminación que provocó la extracción minera a los ríos Cacaluta, Xalapa y Cintalapa, aún sigue causando dolor en la población. Es una situación de la cual tendrán que pasar muchos años para que se reduzca la alta incidencia de enfermedades relacionadas con la minería.
Extiende el brazo y los dedos a la altura del hombro, los mantiene firmes a modo de señalar la cantidad de expedientes médicos que habitantes de diversas comunidades les hacían llegar desde 1995 para comprobar que lamentablemente padecían de algún tipo de cáncer.
El moderador del evento llama uno a uno a los integrantes del Frente por la Defensa del Soconusco; Amada y sus compañeras acuden a recibir el reconocimiento, sabe que no es solo de dicha organización, sino de todas las mujeres, niños y hombres que lucharon por más de una década para que Acacoyagua fuera declarado Municipio Libre de Minería.
De acuerdo a Gustavo Castro, presidente de la Asociación Civil Otros Mundos el Reconocimiento “Mariano Abarca” a la defensa del Medio Ambiente es otorgada cada año a las organizaciones nacionales e internacionales que defienden a los pueblos y territorios de las extracciones mineras; es un reconocimiento a las luchas colectivas que nació a raíz de la muerte del luchador social originario de Chicomuselo.