Cuatro importadoras de Bolivia tienen relación con Perú. Dos están asociadas a grandes comercializadoras de ese país. Las otras dos tienen entre sus socios a peruanos con antecedentes de actividades ilícitas vinculadas al narcotráfico
Ivan Alejandro Paredes Tamayo 27/6/2021 08:58
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El mercurio sigue envenenando los ríos de Bolivia,
pero también se convierte en el metal más apreciado por las mineras
auríferas de Perú. El químico tiene una ruta legal hasta el país.
Proviene de México y son cuatro empresas bolivianas que negocian el
mercurio en suelo peruano. Dos de ellas están vinculadas a actividades
que tienen como fin el narcotráfico. En 2020, Bolivia se convirtió el
segundo importador de mercurio en todo el mundo.
Bolivia es el
segundo en la lista de países que importan mercurio. Durante los últimos
seis años se registró un crecimiento del volumen y del valor de
internación del producto. Desde 2015 la importación creció en casi 12 veces en relación al valor del año previo.
Ese año se llegó a un pico histórico con la compra de 151,5 toneladas
de mercurio y de 238,3 en 2016. Entre el 2015 y 2019, Bolivia importó
legalmente un total de 990,9 toneladas, según el documento El negocio
del mercurio en Bolivia, que es un estudio sobre la comercialización del
metal para la minería aurífera en Bolivia.
El mercurio llega, por lo general, desde México.
Hasta 2018 el 78% de las importaciones provenía del país del norte. Sin
embargo, esa tendencia cambió. Desde 2019 India se convirtió el
principal proveedor del metal y aparecen otros países como Turquía,
Rusia y Vietnam.
El 98% del mercurio ingresa vía terrestre a Bolivia. El puerto de Arica recibe el cargamento y desde ahí pasa por la frontera de Tambo Quemado. Solo un 2% del metal arriba vía aérea.
La Paz se convirtió en el principal departamento receptor del mercurio.
Esto se da porque en el norte paceño operan casi todas las cooperativas
mineras auríferas. El metal también llega a Cochabamba, Beni y Santa
Cruz.
Las importadoras
Hasta 2018 se identificaron 37 entidades importadoras de mercurio:
16 de ellas están ubicadas en la ciudad de La Paz, diez en El Alto, dos
en Santa Cruz, una en Cochabamba y ocho que no se pudo determinar su
localización.
Hasta su internación en el país el recorrido del metal es legal. Las empresas venden desde Bs 1.100 hasta Bs 1.500 el kilo del mercurio.
Una mayoría se va al norte de La Paz para que las cooperativas mineras,
que se asocian con inversores chinos y colombianos, utilicen el metal
para explotar oro en los ríos que desembocan en la Amazonia.
Son los inversores chinos y colombianos quienes instalaron las dragas
en los ríos del norte paceño tras acuerdos con las cooperativas
mineras, que recibieron por parte del Gobierno cuadrículas de terreno
para que exploten el preciado metal.
El sociólogo Óscar
Campanini, quien elaboró el documento El negocio del mercurio en Bolivia
y director del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib),
explicó que el metal puede ser desviado hacia el negocio negro del metal, es decir, a empresas peruanas que utilizan ilegalmente el mercurio para explotar oro.
“Las redes de tráfico de mercurio se
conforman de manera similar a los carteles, con la participación de
múltiples niveles de importadores, mayoristas y minoristas. Ellos están
bien posicionados y por lo general operan en secreto, dado que la mayor
parte de las transacciones son informales”, detalló Campanini.
Son
cuatro empresas bolivianas que tienen lazos con similares peruanas.
Incluso dos son dirigidas por la misma persona, tanto en Bolivia como en
Perú. Las otras dos se asociaron con pares del vecino país con antecedentes de participación en el contrabando de químicos para el tráfico de estupefacientes, según Campanini.
El mercurio llega a Bolivia en envases metálicos
que contienen 34,5 kilos y herméticamente cerrados. En el país se
traspasa a pequeñas botellas de plástico que tienen la marca “El
Español” y un toro negro como imagen. Esos recipientes llegan a los
centros mineros y también a Perú, donde se decomisaron en varios
operativos policiales en localidades cercanas a ríos amazónicos donde se
explota oro ilegalmente.
El mercurio es ofertado a través de redes sociales, principalmente por Facebook y WhatsApp.
Las redes ilegales en Perú contactan a los mayoristas en Bolivia y
adquieren el metal, que traspasa al país vecino por rutas ilegales. Los
envases con el título El Español llegan al norte peruano y ahí se lo
vende a compañías que explotan oro de forma ilícita. En Bolivia las
autoridades desconocen esa reventa al mercado negro peruano.
La acción del Gobierno
El
ministro de Minería y Metalurgia, Ramiro Villavicencio, tiene
información de que el mercurio que llega a Bolivia se lo utiliza en
actividades mineras. La autoridad detalló que se usa de cinco a diez
kilogramos de mercurio para producir un kilo de oro y se comprometió a aplicar el Convenio de Minamata con el objetivo de cuidar el medio ambiente.
“La
reducción de las emisiones de mercurio es particularmente importante en
el cooperativismo aurífero, dado que este sector genera la mayor parte
de las emisiones de mercurio en el país. En 2019, el oro fue el segundo
producto con mayor valor de exportación en Bolivia. Por ello, el
cumplimiento del Convenio de Minamata ofrece la oportunidad de invertir en una minería
cada vez más moderna, sana y productiva, que contribuya al bienestar de
las bolivianas y los bolivianos, y al crecimiento económico con la
debida responsabilidad social y ambiental”, destacó Villavicencio.
El Convenio de Minamata, que es controlado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), tiene el objetivo de proteger la salud humana y el medioambiente de las emisiones y liberaciones del mercurio y sus compuestos a la atmósfera, al suelo y al agua.
En
el agua, el mercurio se transforma en una molécula orgánica altamente
tóxica, el metilmercurio, que es rápidamente absorbido por algas y
plancton. Estas son el alimento de peces y otros animales que son
consumidos por seres humanos. Varias comunidades indígenas que habitan en orillas de los ríos amazónicos sufren por la contaminación de los afluentes.
Producto del inusitado crecimiento de las cooperativas mineras en el país, en la gestión 2020 había más de 2.077 cooperativas, de las cuales el 70% son auríferas.
La Paz es el departamento que extrae el mayor volumen de oro -70,1% el 2017 y 41% el 2018- y donde operan el 56,90% del total de cooperativas del país. El segundo es Beni con un 26,3% del total el 2017 y 46% el 2018.
En
el Inventario Nacional de Fuentes de Emisión de Mercurio, desarrollado
por el Ministerio de Medio Ambientes y Agua, se detalla que la
extracción de oro con uso de mercurio es responsable del 82,3% de las emisiones nacionales
de mercurio en Bolivia. En segundo lugar, muy por debajo, según este
inventario, están los empastes dentales con el 3,9% de las emisiones.
Los
principales importadores legales de mercurio son también intermediarios
mayoristas y venden a mayoristas, intermediarios minoristas,
cooperativas y empresas mineras que compran mercurio al por mayor.
Este tipo de comercialización se realiza en La Paz o El Alto.
Usualmente las transacciones se hacen en la sede de Gobierno. Los
almacenes están en El Alto.
Puno, en el lado peruano, se
convirtió en el punto de concentración del mercurio que llega a Bolivia y
que pasa a suelo peruano vía contrabando. Se estima que el punto de entrada es Desaguadero,
ciudad binacional que está en la frontera, pero que tiene autoridades
locales en cada país. La Fiscalía de Perú identificó que el metal pesado
también es introducido a su país en envases plásticos con marcas de
gaseosas, yogurt, agua y otros productos.
https://eldeber.com.bo/edicion-impresa/bolivia-importa-mercurio-para-las-mineras-una-parte-es-usada-por-narcos-en-peru_236820