Ciudad de México a 18 de septiembre del 2025

A LA OPINIÓN PÚBLICA

Las y los integrantes de la Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la Minería (REMA), nos posicionamos ante la visita del primer ministro canadiense, Mark Carney, programada este 18 de septiembre. 

Esta visita, busca revisar nuevas oportunidades comerciales y de inversión, mantener e incrementar las protecciones ya establecidas en el TLCAN ahora TMEC, y, sobre todo, busca encontrar coincidencias para contener, aunque sea parcialmente, los constantes arrebatos y embates del presidente Trump. Un presidente que, como los anteriores de ese país, busca apropiarse de bienes naturales estratégicos e imponer y controlar corredores comerciales, aunque ahora en el discurso cotidiano nos hagan creer que el sentido de sus posturas fascistas frente a México, apunta principalmente al bloqueo migratorio y de los grupos vinculados con el trasiego de drogas.

Para las comunidades, ejidos y organizaciones que hacemos parte de la REMA, la visita de Mark Carney de ninguna manera significa una oportunidad contra la impunidad con la cual operan las empresas canadienses en México. Estamos convencidos de que la endeble mano del Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, sólo atenderá  las diferencias arancelarias, manteniendo la desregulación del sector minero y, por supuesto, darle a la presidenta Claudia Sheinbaum la oportunidad de repetir la misma narrativa que han sostenido los gobiernos de su partido: decirle a las empresas mineras canadienses que se porten bien en México, como supuestamente lo hacen allá en Canadá. Una postura errónea, que desnuda la ignorancia que en esta materia tienen los gobiernos actuales y anteriores.

En el centro de esta visita está el garantizar la continuidad de la prosperidad, no compartida, sino racista, con la que operan las empresas mineras en nuestro país. Mantener los esfuerzos para maquillar las crisis, para evitar sanciones, para permitir el saqueo, la contaminación,  para garantizar el acceso a tierras para  la explotación de minerales. Todo ello, a costa de que los pueblos sigamos expuestos y a expensas de la permisiva y  débil política ambiental y a la falta de acceso a la justicia, incluso después de causar daños a nuestros territorios o incluso haber asesinado a compañeros y compañeras que defienden de su territorio, como fue el caso de Mariano Abarca, asesinado en el 2009, en donde la empresa Black Fire y el Estado Canadiense fueron responsables

La lucha contra el saqueo la hacemos solas y solos los pueblos, desde las comunidades, porque nuestras instituciones reguladoras del sector no tienen interés político, y tampoco tienen fuerza para limitar las consecuencias cotidianas de la minería. Sobre todo, porque a las instituciones les da pánico que las empresas interpongan demandas por millones, o miles de millones de dólares, utilizando el marco y reglas de los tratados de libre comercio, como el  Tratado Transpacífico (conocido como el TPP), como ya lo ha hecho la empresa minera canadiense Almaden Minerals en torno a su inversión minera fracasada ante la digna lucha y resistencia de las comunidades en la Sierra Norte de Puebla.

A las autoridades y a los medios, desde la REMA, les decimos: Las empresas mineras canadienses en México hacen lo que quieren porque pueden, sin importar los elementos legales existentes para impedírselos. Les avisamos, por si no sabían, que esas empresas actúan con el mismo descaro en su país, aunque aquí tenemos políticos con mentes colonizadas que todavía creen que en Canadá sí existe algo como la “responsabilidad social”; cuando en realidad todo esto es un simple recurso mediático y mercadológico de lavado de imágen para esconder las verdades y las atrocidades en las que incurren. Basta poner al ejido de Carrizalillo, en Guerrero, donde el descaro y tamaño de violaciones flagrantes cometidas por la empresa canadiense Equinox Gold y su mina Los Filos caminan en total impunidad, a pesar de las las evidencias mostradas, las declaraciones en las conferencias matutinas de la presidenta, o los llamados públicos de más de 100 organizaciones a nivel nacional e internacional que han solicitado respetar sus derechos

Denunciamos hoy, como lo hemos hecho desde hace años, la política colonialista injerencista y extractiva de Canadá en México y en América Latina. Denunciamos que el gobierno canadiense actúa como si sus verdaderos patrones fueran las empresas mineras, y no su población. 

Ejido Carrizalillo
Ejido Carrizalillo, destruido por la empresa canadiense Equinox Gold.

POR TERRITORIOS LIBRES DE MINERÍA

RED MEXICANA DE AFECTADAS/OS POR LA MINERÍA (REMA)