Como es de su conocimiento nuestro ejido se mantiene acampando desde hace 5 meses afuera de las instalaciones del complejo minero “Los Filos” operado por la empresa canadiense Equinox Gold. Han sido 5 meses en que la hemos escuchado en las mañaneras hablar de soberanía, de cero impunidad, de haber terminado con la era neoliberal, de la transformación, la democracia y la justicia, del respeto a los derechos humanos, de la fuerza y el respaldo de las y los mexicanos, del éxito de las políticas del bienestar, así como del respeto a la constitución mexicana, entre otros temas relevantes que son parte de la agenda y de la discusión nacional.
Sin embargo, en nuestro campamento sus aseveraciones parecieran destinadas a ciudadanas y ciudadanos de otro país, porque nada de ello existe en nuestro entorno. Le escribimos totalmente confundidos, porque acá enfrentamos una crisis sin precedentes en donde literalmente la empresa hace gala de toda su fortaleza capitalista para imponer condiciones y transitar en total impunidad tal cual ocurrió en los mejores momentos de la, dice usted, extinta era neoliberal.
Tal como en los “viejos” tiempos, el comportamiento de la empresa está facilitado por su conveniente asociación que ha establecido con políticos de Morena en el estado de Guerrero –municipio, comisión de minería y gobierno estatal-, quienes como gremio actúan como viles pandilleros con los objetivos de destruir el tejido social de nuestro ejido a partir de crear un escenario de tensión con los pueblos vecino y adulando a la actividad minera ante la incapacidad que como gobernantes tienen para crear otras condiciones de desarrollo para los pueblos de Guerrero. La presión no cesa y exigimos se respete nuestro derecho a la libre determinación y dejen de presionarnos a que aceptemos como convenio una minuta con términos deplorables, caciquiles y coloniales. Como la empresa sabe que no cederemos ante su estrategia, ahora busca también cobijo de la embajada de Canadá, con la cual hemos intentado establecer comunicación sin obtener respuesta, al mismo tiempo que hace crecer su asociación de conveniencia de forma descarada con el Lic. Fernando Aboitiz Saro, jefe de la Unidad de Coordinación de Actividades Extractivas de la Secretaría de Economía (SE), a pesar de la declaración ilegal sobre la suspensión indefinida realizada a la empresa por parte de dicha institución, pero a la empresa le es intrascendente no atender las obligaciones que por ley le corresponden, gracias a una argucia de interpretación por parte del Lic. Aboitiz quien al más puro estilo neoliberal, en vez de instrumentar de forma obligada el art 1 constitucional, prefirió proteger los intereses de la empresa y ser un servil intermediario en resguardar sus flagrantes violaciones por las cuales hoy está en riesgo nuestra vida como comunidad.
Tenemos 5 meses en la invisibilidad y carencia de actos legales, coherentes y razonables a la situación que vivimos y no es suficiente que en alguna de las mañaneras la postura de usted sea únicamente girar instrucciones para que atiendan el caso. Hemos trabajado arduamente con PA, SEMARNAT, PROFEPA, CONAGUA, DGIRA y LA neoliberal UNIDAD DE COORDINACIÓN DE ACTIVIDADES EXTRACTIVAS, pero a pesar de ello, parece imposible doblegar a una empresa que violenta leyes, procedimientos, reglamentos, incumple remediaciones, contamina y viola nuestros derechos más fundamentales, y lo hace con toda la arrogancia neocolonial característica de la industria minera canadiense que invierte en este país, porque sabe que puede pasar encima de este gobierno o de cualquiera. La impunidad es un elemento central del proyecto neoliberal y para nada ayuda que cualquier conflicto que las y los mexicanos tenemos con las empresas, deban de ser negociados en su cancha, en donde hacen uso de prebendas y financiamientos irrisorios que son negociados muy por debajo del tamaño de los daños que generan y con los cuales evaden la cárcel por violaciones flagrantes y graves.
Remediación del daño, rehabilitación de las tierras, cárcel a los operadores de la empresa por los daños ambientales, así como los daños a la salud colaterales a la actividad minera son algunas de nuestras demandas, pero parece que para que ello suceda debemos ser nosotros quienes demostremos lo evidente, porque seguimos dependiendo de absurdos e inútiles procedimientos de control que su legislativo ha elaborado con la creación de leyes a modo, insuficientes, blandas, absurdas e inútiles, en donde la concertación con las empresas sigue siendo el camino de la victoria para la inversión privada, lo cual para nada es la transformación que prometieron, ni tampoco deseamos se quede esa lógica a perpetuidad.
Nos preguntamos ¿cuándo será que hablemos seriamente de soberanía?, porque mientras nuestros gobernantes sigan creyendo que la inversión es más importante que la ciudadanía y sigan creyendo que las empresas canadienses se “portan bien” en Canadá, de nada servirá que hagamos mesas intersectoriales con las instituciones relacionadas con el sector minero sí, ante la elocuente destrucción social y ambiental, se duda en tener la mano firme para acabar con esa vieja política de la simulación.
Sra. Presidenta, a 5 meses de estar sin ingresos y sin tierras para sembrarlas, la empresa ha gestado condiciones para dejarnos en total abandono a tal grado que ha puesto en riesgo nuestra vida, misma que esta emanada en todos los párrafos del art 1 de la constitución y sin embargo, seguimos aguantando las atrocidades gestadas desde la empresa con el apoyo irrestricto de políticos neoliberales de Morena –a quienes en tono de mofa la misma empresa los denomina como testigos de calidad-, quienes continúan presionándonos para dividirnos y ponernos en condición de sometimiento para que aceptemos condiciones colonialistas. Acá seguimos esperanzados en que las instituciones hagan uso del limitado marco normativo -pero suficiente-, para que esta empresa violentadora de derechos y de leyes sea sometida y se proceda a la rendición de cuentas y no a la negociación banal que simple y llanamente se resuelve con dinero. Nuestra lucha puede ser un precedente para ponerle fin a los mitos de la minería canadiense en este país, pero necesitamos que nuestras instituciones pierdan el miedo y pongan en orden a este tipo de empresas neoliberales y neocoloniales, violentadores de derechos humanos y perpetradoras de estructuras políticas e institucionales que les protegen.
La invitamos a nuestro campamento para que conviva con nosotros en este hostil entorno en donde todos los días corremos riesgos a causa de la incapacidad que tenemos como nación de doblegar a estas empresas racistas, vividoras y recurrentes violentadoras de nuestros derechos. Si nuestra lucha y resistencia le parece correcta, nos comprometemos a luchar para ser un referente de la lucha ambiental y social que se vive en los territorios ocupados por actividades extractivas como la minería. Debemos hacerlo pronto y antes que la empresa, usando argucias y apoyados de despachos igual de neoliberales, pasen por encima del marco constitucional y, en consecuencia, no sólo pasen encima de nosotras y nosotros sino también pase encima de las instituciones y de su gobierno sin consecuencia alguna. Para nosotros la soberanía trata de eso.
Atentamente:
José Luis Rodríguez Saldaña, Presidente del Comisariado Agrario de Carrizalillo
Nancy Olivia Guzmán Vuelvas, Secretaria del Comisariado
José Peña Celso, Tesorero del Comisariado
Lucas Valdés Peña, Presidente del Consejo de Vigilancia Ejidal
