CRAADET llama a Marcelo Ebrard a respetar territorios libres de minería en Guerrero.
Marcelo Ebrard Casaubón
Titular de la Secretaría de Economía
Presente
Buenos días, Lic. Marcelo Ebrard, buenos días México, reciban un saludo de quienes integramos el Concejo Regional de Autoridades Agrarias en Defensa del Territorio (CRAADET), en donde vivimos pueblos originarios de las regiones Montaña y Costa Chica del estado de Guerrero.
El 19 de noviembre de 2025, durante la XXXVI Convención Internacional de Minería celebrada en Acapulco, Guerrero -estado que desde hace catorce años sostiene una resistencia organizada frente a la minería- usted como secretario de Economía Lic. Marcelo Ebrard, anunció la apertura del país a la inversión minera, como si el gobierno federal tuviera facultad para disponer y regalar los bienes comunes de México según sus intereses y caprichos. Frente a esta narrativa, desde el Concejo Regional de Autoridades Agrarias en Defensa del Territorio (CRAADET) reiteramos que nuestros territorios están blindados contra la actividad minera, amparados en nuestro derecho a la autodeterminación, en la defensa de nuestros derechos colectivos y en el ejercicio pleno de nuestra soberanía territorial. Somos soberanos, no vamos a permitir que ingrese la minería en nuestras tierras a pesar de pretender y usted no es nadie para regalar nuestro territorio.
Como CRAADET nos organizamos para proteger y defender nuestro territorio de todas aquellas personas que intentan saquear nuestros bienes naturales, proceso en el cual nos hemos dado cuenta que, por lo menos desde hace 14 años, somos víctimas de despropósitos, contradicciones y actos de políticos y políticas que se creen dueños de México y que funcionan como verdaderos mercaderes de intereses privados, nacionales y transnacionales, y de quienes tenemos certeza son los principales responsables de lo que está provocando y acelerando el calentamiento global, el cual, por cierto siguen negando a pesar de las evidencias que nos empiezan a poner en riesgo permanente por los niveles de fuerza que nos muestra la querida madre naturaleza, enojada por tanto daño que le hemos causado como humanidad.
Hace 14 años, políticos «ambientalistas» despolitizados e ignorantes del tema quisieron imponer en nuestro territorio una reserva de la biosfera que estaba destinada a los intereses farmacéuticos alemanes, lo cual puede corroborarse en el tratado comercial que conocemos como el Protocolo de Nagoya, que se mantiene vigente y fue firmado por los gobiernos de México y Alemania. Al mismo tiempo, y en el mismo territorici, otros políticos «ecocidas», igual de desinformados sobre el tema extractivo, empezaron a repartir concesiones mineras a empresas privadas nacionales y extranjeras. En ese momento era evidente que las y los políticos titulares de Semarnat y de la Secretaría de Economía de aquellos años ni siquiera entre ellos tenían algo de comunicación y coordinación para entregar con «coherencia» nuestra tierra, porque uno quería hacer una reserva de la biosfera para las farmacéuticas alemanas y, en esa misma zona, otra dependencia ofrecía progreso y desarrollo con la implementación de la minería a cielo abierto. Ese entreguismo incoherente e ignorante alteró nuestra vida porque hemos dedicado 14 años para organizarnos y defendernos de las ocurrencias de ese tipo de políticos.
Cuando la 4T llegó al poder, ofrecieron cambios de rumbo político, respeto, crecimiento y reconocimiento de nuestros derechos como pueblos originarios, cancelación de concesiones mineras y, según ustedes, empezar a participar con nuestras propuestas para mejorar por lo menos algunas condiciones básicas. De esas promesas tenemos muchos claroscuros, también prebendas, cambios legales incompletos y mal hechos, y las concesiones de nuestro territorio comunitario nunca las cancelaron, por más recíamos que realizamos ante las múltiples visitas que realizó el expresidente AMLO a nuestro territorio. Con ese contexto como antecedente, durante esta semana que acaba de concluir, la 4T nos muestra un comportamiento en donde nuevamente políticos despolitizados e ignorantes vuelven al entreguismo mercantil para quienes están destruyendo el planeta.
El 19 de noviembre, en el XXXVI Congreso Internacional de Minería celebrado en nuestro estado, fue muy penoso darnos cuenta del cinismo con el cual usted, Lic. Marcelo Ebrard, con risas, aplausos y brindando con bebidas que acá no conocemos, entregaba a los empresarios mineros las tierras de México que no son de usted; así como, en el paquete, metió las tierras en propiedad colectiva que tampoco son suyas. Da vergüenza saber que todos los días hablen de soberanía cuando políticos como usted, sin pena alguna, son serviles a las empresás y entregan la patria como si fuera suya. Si así ha de ser lo que resta de su mandato, le proponemos desaparecer la secretaría que indignamente dirige y mejor crear un centro comercial en donde ya tenga disponible una canasta básica empresarial que venga rebosante de minerales, agua, bosques, sol, viento y, además, por la compra de dos canastas, agreguen cupones y bonos que enaltezcan la responsabilidad social corporativa y, por supuesto, algunos vales adicionales que garanticen la sustentabilidad y minería libre de CO, con una etiqueta que diga: «Este certificado de minería verde es libre de emisiones de gases de efecto invernadero y se le entrega a su empresa consentida». Con la compensación económica derivada de los bonos, cupones y vales pueden agregar a su publicidad que podemos comprar agua embotellada, también comprar un poco de aspirinas para atender los daños que nos provoque la nueva actividad minera sustentable y, si no es mucha molestia, le pedimos que, si nos ofrecen empleo, no se olviden de nuestros mayores de edad para que trabajen dignamente como empacadores de este gran supermercado y logremos alcanzar el tan anhelado sueño de cualquier habitante del planeta: trabajo remunerado, minería con manejo responsable del cianuro, minería verde y sustentable, y con medidas de compensación de daños al ambiente perfectamente planeadas que nos garantizan el derecho humano al agua potable embotellada.
Un día antes, el 18 de noviembre, en la reunión mundial de la COP30 realizada en Belém, Brasil, nuestra secretaria de Medio Ambiente de Semarnat, de la misma manera que sucedió hace 14 años, ofrecía a los políticos del mundo una serie de compromisos, dicen medioambientales, con metas que se escuchan bonitas pero que sabenãos siguen construidas en la falsa plataforma de la transición energética, que acá desde hace 14 años sabemos son mecanismos de compensación ambiental impulsados por las bancas multinacionales para que las empresas contaminantes, como las mineras, tengan una opción para lavarse la cara hasta que les quede verde. Mientras la oferta del nuevo ambientalismo recibía aplausos, afuera de las instalaciones en donde se encontraban los políticos del mundo firmando «los acuerdos para los maravillosos planes de compensación ambiental al 2035», se encontraban nuestros hermanos y hermanas de los pueblos indígenas de Brasil y de otras naciones protestando y gritando que dejen de entregar lo que no es suyo y que paren a las empresas, metan a la cárcel a los responsables de la devastación ambiental y dejen de crear políticas incoherentes que solamente están sirviendo para lavar la imagen de las empresas que, de manera directa o indirecta, están acabando con el planeta, porque pase lo que pase, y sin importar los límites fundamentales del crecimiento, no les importa continuar con el saqueo ambiental ni quieren cambiar la inercia de las inversiones destinadas a la matriz energética basada en los hidrocarburos.
Tal como nos ocurrió hace 14 años, pero ahora con las y los políticos de la 4T, vemos que no ha cambiado nada. No se coordinan, no saben lo que están haciendo porque son negacionistas de lo que la naturaleza nos muestra con mayor frecuencia y, aun así, abren los brazos a la minería, ratificando que la destrucción de la naturaleza no existe en su cabeza. Al mismo tiempo, y de forma totalmente contradictoria, se ofrece el impulso de medidas para la compensación de daños que en todo el mundo son diseñadas e impulsadas por las empresas para lavar los daños de las empresas y consolidar el falso discurso de la transición energética, y presentarse como dignos políticos defensores de la naturaleza.
Sr. Ebrard, ya mostró su servilismo a favor de los mineros, también salió su gusto por la continuidad del proyecto neoliberal y, además, se vislumbran sus aspiraciones a la presidencia para reencarnar en el nuevo rey chiquito. Le sugerimos que regale lo suyo a quien usted considere, pero le garantizamos que, si acá llega una sola empresa minera, serán metidos a la cárcel por nuestros sistemas de seguridad comunitarios porque, si no lo sabe, acá más de 400 comunidades llevamos 14 años declarando nuestro territorio libre de minería, por lo tanto, lo vamos a defender.

Foto: Tlachinollan / Proceso, 2023.
